El gobernador de Alto Paraná, César Landy Torres, con rótulo de corrupto, reunió a los dos principales precandidatos a intendente dentro de la ANR. Son el exgobernador, Roberto González Vaesken, también con rótulo de corrupto, y la narcodiputada, Liz Acosta. Ninguno de ellos tiene liderazgo, y menos carisma. No hay dudas de que Miguel Prieto Vallejos y su candidato a intendente, Daniel Mujica, estarán sin oponentes para las municipales de 2026. Quien diga lo contrario miente.
Luego de la reunión se mencionó que la narcodiputa apoya a González Vaesken, pero no dijeron que la misma declinaba su precandidatura.
Quedó evidenciado que los colorados no tienen una figura para poder enfrentar y derrotar electoralmente al equipo político de Prieto en Ciudad del Este.
Los cartistas quieren imponer sus candidatos y quieren imponer hasta la unidad que necesitan para las municipales de 2026.
Pero ante esta necesidad de la unidad, presentan como precandidato a la intendencia al cuestionado exgobernador Roberto González Vaesken, especialista en dividir a los colorados y con cero de liderazgo. El mismo es conocido en las redes sociales por su joven pareja actual.
Los dirigentes de base de la ANR le rechazan y la critican. Dicen que no tiene olor a dirigente republicano y que a él no le gusta la gente pobre, como de hecho lo admitió en las redes sociales, apenas asumió el cargo de gobernador.
Para completar, pusieron en escena a la narcodiputada, Liz Acosta, y como broche de oro, ambos reunidos con el gobernador Landy Torres, con enorme rótulo de corrupto, y sin liderazgo, y sin presencia en las bases coloradas de Ciudad del Este.
Sin duda, viendo a estos personajes, quienes se presentan como la opción de la ANR para las elecciones municipales de 2026, no hay dudas de que el equipo político de Prieto no tiene oponentes para la puja electoral en Ciudad del Este.
Las dos figuras que el cartismo impulsa son muy cuestionadas, son blanco de críticas y están sin liderazgo.
Pero González Vaesken tiene un argumento más: es fan de Prieto. Siempre lo estuvo elogiando y su hijo, Federico González, concejal municipal actual, siempre fue un servil a Prieto. Está en la Junta Municipal para calentar la silla y esto favorece a la estructura corrupta de Prieto.