Los informes son contundentes, y son de la Seprelad. Los mismos revelan cómo opera el esquema de lavado de dinero con Apostala (Daruma Sam S.A.). Uno de ellos deja al descubierto como un grupo reducido de apostadores supuestamente ganaban millones con sus apuestas, pero todos son pobres. Pese a los sendos informes de un organismo del Estado paraguayo, la CONAJZAR volvió a darle el monopolio de las apuestas deportivas a la misma empresa.
Son varios los informes sobre el esquema de lavado de dinero de Apostala, pero esto no sorprende. Lo que si sorprende es que la CONAJZAR volvió a darle el monopolio de las apuestas deportivas a Daruma Sam S.A., pese a todos los informes de la Seprelad.
Estos son quienes supuestamente manejan Daruma Sam S.A. (Apostala) Gregorio Espinoza Herrera, Cristhian Ariel Doldán Díaz, Carlos Manuel Lugo Garcete y Carlo Giuseppe Espinoza Vega, adquirieron acciones de la empresa DARUMA SAM S.A. “Apostala”, creada paralelamente a la empresa DARUMA S.A. y vinculada a la mafia, pues la misma fue constituida por Alexandre Da Rocha Leite -hermano del narcotraficante Luis Carlos Da Rocha, alias “Cabeza Branca”, Farid Yamil Georges -hermano del narcotraficante Fahd Jamil Georges, alias “El Padrino” o “Rey de la Frontera”, y Michel Youssef.
Uno de los informe secreto de la Seprelad, que fue ampliamente publicado por el diario LA NACION, revela la base de datos de premios de la firma Apostala que corresponde al período comprendido entre el 29 de mayo del 2018 al 1 de mayo del 2019, cuando se registró el pago de G. 26.475.856.880 en concepto de un total de 241 premios otorgados presumiblemente en efectivo a un grupo de 80 personas que fueron ganando de forma repetida.
Entre los montos superiores a la suma de G. 500.000.000 se registran a los siguientes beneficiarios:
El más ganador de todos es Miguel Ángel López Báez, quien se embolsó G. 2.389.299.250. Este no posee bienes ni vehículos a su nombre, es paraguayo, estudiante, se dedica a la venta, mantenimiento y reparación de vehículos, motocicletas y venta al por menor de combustible. La última declaración jurada presentada corresponde al período de marzo del 2011, que se consignó sin movimiento. No aparece como asegurado de IPS ni registra titularidad de bienes inmuebles ni rodados.
Pero el 18 de marzo del 2019 llegó hasta la oficina de Apostala ubicada en Charles de Gaulle casi Quesada, del barrio Villa Morra de Asunción, con 26 boletas ganadas cuyas apuestas se hicieron todas en Pedro Juan Caballero.
López Báez apostó G. 110.000.000 y cobró en efectivo en las ventanillas de Apostala G. 611.390.000, pero el cliente aclaró que las boletas no eran suyas, sino de otro cliente de nombre Marcos Aníbal Montiel Sánchez, quien dos días antes ya cobró en efectivo G. 370.269.000.
Pero luego, al revisar los registros que tenía Seprelad, se encontró que Montiel Sánchez el 1 de abril del 2019 cobró boletas de apuestas por G. 201.280.000, el 4 abril del 2019 ganó G. 263.600.000, el 6 de abril del 2019 G. 83.150.000, el 8 de abril del 2019 G. 342.820.000, el 9 de abril del 2019 G. 149.625.000, el 11 de abril del 2019 G. 227.898.000, el 15 de abril del 2019 G. 160.842.750, el 22 de abril del 2019 G. 257.293.500 y el 25 de abril del 2019 G. 91.400.000.
Marcos Aníbal Montiel no aparece en el registro de IPS ni como patronal, no cuenta con inmueble alguno, tampoco se sabe a qué se dedica. Solo tiene un vehículo Toyota modelo Runx a su nombre, pero acumuló varios miles de millones en apuestas. Llamó la atención la exigencia de validad de dichos premios solicitando un comprobante para así poder justificar ante una entidad financiera el origen legal del dinero.
El nombre de Miguel Ángel López luego de haber hecho este millonario cobro vuelve a aparecer como apostador el 2 de julio del 2020 para hacer una apuesta por G. 60.300.000. El 8 de julio del 2020 hace una nueva carga por valor de G. 50.000.000 y otra por G. 11.000.000 en el local de Apostala de Villa Morra. Luego se va a otra sucursal y vuelve a hacer dos apuestas, una por G. 80.000.000 y otra por G. 3.500.000.
César Arnaldo Cardozo Galeano, quien es funcionario del IPS y tiene un sueldo de G. 3.003.717, que no tiene casa y registra un vehículo, ganó G. 1.918.944.000 en varias apuestas.
Cristian Raúl Muñoz Rodríguez, estudiante, dueño de tres vehículos, pero sin inmueble a su nombre en siete apuestas realizadas ganó G. 1.728.735.200.
Rodrigo Cacavelos Conigliaro, también estudiante y dedicado a transporte de carga terrestre, apostó 14 veces y ganó G. 1.635.428.600.
Marcelo Martín Echeverría Barreto, paraguayo, soltero, estudiante, se dedica al comercio al por mayor de mercancías, apostó 15 veces y se llevó G. 1.429.018.633.
Sadek Ali El Zein, paraguayo naturalizado, vendía muebles y accesorios para el hogar, pero actualmente su actividad está suspendida y en apuestas se embolsó G. 1.388.296.700.
Hugo Daniel López Ramírez aparece como estudiante, no registra ingresos, tampoco tiene bienes a su nombre y no aporta al IPS, pero ganó en apuestas G. 1.261.198.000.
Estas son las personas que más dinero ganaron. Después hay una larga lista de otras que se embolsaron sumas de G. 500 millones y G. 800 millones.
De esta manera, varias personas que no tienen solvencia económica justificada hacen apuestas millonarias y ganan repetidas veces. El círculo sería de unas 80 personas que se turnaban para ir apostando, ganando y cobrando el dinero en efectivo, por lo que desde la Seprelad se presume que la firma Apostala podría ser una fachada que utiliza las apuestas deportivas para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas.
Conforme a los datos recabados, se cree que la principal vulnerabilidad que fue aprovechada por la organización criminal sería la facilidad de colocación de sumas de dinero en efectivo a través del sistema de apuestas carentes de controles sobre el origen del dinero, la alta rentabilidad del negocio de apuestas electrónicas y el incipiente conocimiento del tema a nivel nacional.