El comerciante de origen libanes, Nabil Bahjat Nasser, adeuda dos cuotas del millonario préstamo que le dio en forma ilegal el Banco Nacional de Fomento (BNF). Toda la plata que obtuvo lo remeso en forma clandestina al exterior. El caso es investigado por la Comisión Bicamenral de Investigación (CBI) del Congreso Nacional como lavado de dinero. Estaría metido en el caso el hermano de mencionado Nabil, que es Armando Nasser, cónsul honorario de Italia en Ciudad del Este.
La CBI de lavado de dinero, ya llamo a Nabil Nasser, para que explique cómo consiguió 32 mil millones de guaraníes del BNF, y por sobre todo que hizo con toda esa plata.
Nabil envió a su abogado, y los legisladores no lo recibieron. Advirtieron al libanes que si no se presenta a declarar van a pedir que se lo detenga y lo lleven a la fuerza para declarar ante la CBI.
La semana pasada surgió la información de que Nabil debe dos cuotas del millonario préstamo al BNF, donde ya existe preocupación. Esto debido a que la garantía por el millonario préstamo que obtuvo no son reales. Están sobrevaluados. Son dos pisos del edificio SAX, en Ciudad del Este, desocupados y cuyos costos no pasan de los 350 mil dólares.
Además de terrenos en la parte trasera del complejo Parque Mercosur en el Km. 10, de Ciudad del Este. Parte de estos terrenos están en la calle.
Estos datos dejan en claro que Nabil Nasser consiguió el préstamo millonario en forma fraudulenta, y para el colmo toda esta plata lo envió a la Argentina y al Libano, en forma clandestina.
Armando Nasser, cónsul honorario de Italia en CDE, estaría metido en el golpe, de acuerdo a los datos.
Para recordar la denuncia ante la CBI indicamos que lo hizo el senador Enrique Salyn Buzarquis en donde expone algunos detalles sobre el multimillonario préstamo que habría obtenido la empresa Family Global S.A., RUC: 80079243-2 afincada en CDE. En la última sesión pública, el senador Jorge Querey, presidente del CBI, dio lectura de la nota presentada por su colega, para que se pidan informes al BNF, cuyo presidente Manuel Ochipintti estaba presente, y al parecer ni estaba enterado de tal operación financiera, y menos de los organismos de control de nuestro país.
Según los datos, primeramente, los directivos de la firma Family Global S.A., plantearon el préstamo en la sucursal del Banco Nacional de Fomento, en Ciudad del Este, pero como no tuvieron una buena acogida decidieron solicitarlo en la casa central, en la capital del país.
Atendiendo los datos la gestión lo estuvo realizando una persona de nacionalidad chilena identificada como Cristian Rojas Ledesma, Consultor – Senior, en el Institute Business Inteligence.
El mismo informante agregó que esto se hizo sin que el mismo tenga una acreditación o licencia legal, e incluso existiendo una resolución del BNF, donde prohíbe la intermediación en materia de tramites generales.
Pero los más grave, de todo, según los datos que se manejan es que una parte del millonario préstamo obtenido se transfirió al exterior, sin que la Seprelad pueda registrar una operación sospechosa. Trascendió además que el principal receptor fue un empresario de origen libanesa.
Otro punto llamativo, según lo explicado por la fuente, es que se dejó en garantía un edificio que sería (Nabil Center), que fue subvalorado en ciento por ciento su tasación. Además, se incumplieron varios requisitos legales para que el banco estatal le pueda conceder un millonario préstamo.
Trascendió además que, según el RUC, de la empresa Family Global S.A., estuvo operando hasta el 2017, con un movimiento de poco más de 350 mil dólares americanos.
Al decir de los profesionales contables, aquí se podría estar ante gigantesca estafa a la entidad bancaria estatal o un millonario caso de lavado de dinero, donde a todas luces se burlaron todos los sistemas de control financiero, pues fácilmente no se puede realizar una operación de 12.000 millones de guaraníes a un banco en el exterior.
Llama la atención que el Banco de la Nación Argentina, siendo una de las entidades más exigentes pueda realizar esta operación de transferencia sin tampoco comunicar de la acción al Banco Central del Paraguay.