El dueño de HVN Automotores, Néstor Carlos Posteguillo Rojas, decidió atacar a periodistas por publicar el caso de su hermano acusado por acoso sexual y otros escándalos que le salpican. El mismo quiero usar como garrote a la administración de justicia y así amordazar a la prensa. Llamativamente, esto lo hace luego de recibir la friolera suma de 5.900 millones de guaraníes del Banco Nacional de Fomento (BNF), que hasta el momento no fue debidamente explicado por los directivos de la banca estatal.
Néstor Carlos Posteguillo Rojas es un cuestionado empresario que vende los famosos autos chilere. Él mismo se molesta por las publicaciones que lo salpican y ahora amenaza a periodistas. Supuestamente, inició una demanda contra los periodistas que se atrevieron a ventilar algunos de sus trapitos sucios. El objetivo es claro. Amordazar a la prensa y quiere usar a la Justicia, como siempre.
Los abogados de Posteguillo Rojas no fueron muy precisos sobre la supuesta acción judicial. Sugestivamente, los profesionales anunciaron la demanda, no mostraron ningún papelito, medios que responden políticamente al intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos.
¿Qué es lo que molestó a Néstor Carlos Posteguillo Rojas, dueño de HVN Automotores?
El caso de su hermano Oscar Adrián Posteguillo Rojas, quien maneja HVN Automotores con él, aunque en los papeles esto no se vea. Posteguillo Rojas fue acusado por una empleada de haber sido acosada; el caso ya está para juicio oral y público.
El caso de la venta de la ambulancia chatarra al intendente esteño Miguel Prieto Vallejos en 300 millones de guaraníes. El vehículo es basura, dijeron los funcionarios municipales, y nadie sabe qué pasó con el mismo. Fue un feroz negociado con el dinero de los ciudadanos.
El caso del desembolso de cerca de 6.000 millones de guaraníes a Posteguillo Rojas, por parte del BNF. Existen puntos no muy claros que la banca estatal no aclara. Recordemos que el BNF es público y debe dar informaciones como establecen las normas legales.
No hay duda de que es un ataque más a la libertad de expresión y de prensa. Es otro torpe intento por acallar a los medios de prensa, que van a seguir publicando el caso del acoso sexual contra Posteguillo Rojas, exigiendo claridad en el desembolso del dinero público, castigo por el escandaloso caso de la ambulancia chatarra.