El director general brasileño de la Itaipú, general de ejército (retirado), Joaquim Silva e Luna, reunió a los funcionarios con cargos gerencias y dispuso el fin de la farra con el dinero, por lo menos en la margen izquierda. La orden es austeridad total, y que se ahorró lo máximo. En lugar de aumentar l personal, se debe disminuir. Nada de viáticos innecesarios, los vehículos de la Binacional ya no podrán ser usados a gusto y palar de los funcionarios. Ordenó que se revea todos los gastos y los convenios. Dijo que todo esto es en favor de los ciudadanos quienes pagan la cuenta. Y en el lado paraguayo cuándo tendremos un patriota así y que monta punto final al despilfarro.
El general Silva e Luna dispuso que se redireccione y revise las de gastos y convenios de la Binacional. Con el militar ya empezó a poner en práctica lo que considera su misión: gestionar bien Itaipú, mejorando el uso de recursos de la misma y cuando se utilice que se haga con responsabilidad y respeto al consumidor que paga la cuenta de la energía eléctrica, y de donde sale el dinero para la Entidad.
El decreto que nombró al general Silva e Luna en la Dirección General Brasileña fue firmado el 20 de febrero y publicado en el Diario Oficial de la Unión del día siguiente. La posesión se produjo el 26 de febrero, en la usina.
El martes 19 de marzo de 2019, en Curitiba, reunió el cuerpo gerencial de la Dirección General brasileña para anunciar el redireccionamiento y la revisión de las normas de gastos y convenios para garantizar el mejor uso de los recursos. También habrá una revisión, ya iniciada, de todos los programas desarrollados por la usina binacional, para evaluar cuáles deben ser mantenidos o eliminados.
Anuncio que los funcionarios comisionados, deberán retornar a sus instituciones de origen.
El director general brasileño optó por aprovechar la estructura de personal ya existente, por considerar que los funcionarios de Itaipú está preparado y ya fue convocado a participar en equipo de la misión a la que se propuso, de hacer la empresa las más económica posible en la gestión de sus recursos financieros.
Del cuadro de personal de la usina, el general va a aprovechar un empleado o empleada para la función de secretario ejecutivo. Junto con el jefe de gabinete, va a cuidar de los despachos en general, para que el general pueda cuidar de los asuntos más estratégicos, según anunció.
El director también anunció que la oficina de Curitiba será mantenida, pero en una mínima expresión para ahorrar recursos.