Las mercaderías que ingresan de contrabando desde la Argentina, por la zona de Tres Fronteras, llegan a los puntos de venta, luego de haber pagado coima a los aduaneros y Policía Nacional. Una importante cantidad de cargas que se meten en forma ilegal son vendidas en despensas, mini mercados, y en los mercados populares de la zona. La impunidad es la marca registrada.
Los vehículos repletos de mercaderías que se metieron de contrabando son llevados a los puntos de comercialización y dejados en la vereda a la vista de todos. Es la garantía de la impunidad que tienen, que los contrabandistas saben que tienen porque ya pagan las coimas a los funcionarios de la Policía Nacional y de la Aduana.
La Coordinación Operativa de Investigación Aduanera (COIA) y la Unidad Interinstitucional de Combate al Contrabando (UIC) dejan “canal verde” para el contrabando en la zona de Tres Fronteras en la ciudad de Presidente Franco.
El seccionalero Edgar Barrios, conocido recaudador de la “corona” es quien comanda el esquema de cobro de coima por el contrabando en el puerto de Tres Fronteras. El secretario recaudar es una persona conocida como “Héctor”.
Cada una hora llega a la balsa desde Puerto Iguazú, Argentina. Siempre vienen vehículos repletos de mercaderías. Los contrabandistas pagan la coima y pasan.
Hay una solo camino de acceso a la zona del barrio Tres Fronteras de Presidente Franco, donde está el puerto.
Es allí que se colocan los efectivos policiales de la subcomisaria 10, quienes cobran “peaje” a los contrabandistas. Nada pasa sin pagar la coima.
Hay una segunda barrera de los policiales, pero esta vez ya son los de la comisaria sexta, quienes también reciben su parte de los contrabandistas.
Hay una perfecta coordinación en los aduaneros y policiales, pero no para combatir el flagelo del contrabando, y si para coimerar.