Las manifestaciones, por la suba sistemática del precio del combustible, está causando desabastecimiento y esto solamente perjudica al ciudadano común, y no a las autoridades. Siguen por cuarto día consecutivo el cierre del Puente de la Amistad, y de las principales rutas en la zona de Alto Paraná.
Las medidas anunciadas por el Gobierno entre ellas que el precio del diésel y un tipo de nafta bajan 500 guaraníes por litro no convenció a los manifestantes quienes exigen que el precio se reduzca a G. 1.000 por litro de los derivados del petróleo.
Pero el cierre de rutas y de la pasarela internacional sobre el río Paraná, en la frontera con el Brasil, lejos de causar inconvenientes al Gobierno y a las autoridades, esta generando daños a los ciudadanos comunes y en especial a los trabajadores.
En los supermercados y despensa hay desabastecimiento. Algunos productos de primera necesidad ya están faltando y donde tienen subieron de precio.
Mientras en el centro comercial de Ciudad del Este nadie está pudiendo trabajar y se negera pérdidas para los trabajadores quienes ya vienen acarreando perjuicios por el escaso movimiento comercial que ahora es nulo.
Sin duda el reclamo por la suba de los combustibles corresponde, pero de estar jodiendo a los ciudadanos deberían estar jodiendo a las autoridades. Por ejemplo, en la zona a las autoridades municipales y departamentales que nada hacen para favorecer a la población están más interesados en cuestiones privadas y políticas.