No es la pandemia del COVID19 la causa por la cual miles de niños no podrá iniciar este lunes 21 de febrero las aulas presenciales en las escuelas en CDE. Es por culpa de la corrupción. Y uno de los principales responsable es el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto. Obras abandonadas, otras retomadas pero que no se pudieron culminar, y eso que tuvieron 2 años para hacerlo. Mientras muchos indicaban que la pandemia del coronavirus y sus variantes podría evitar que los chicos vuelvan a las clases, pero este no es el problema, la corrupción sí. El daño que están causando a los escolares es inmenso.
Una de las principales escuelas como la del Area 1, ya aviso que no podrá comenzar las aulas debido a que las obras que se iniciaron fueron abandonadas, luego se retomaron, pero no culminaron. Postergaron para 1 de marzo, a ver si se termina.
Pero este es apenas un ejemplo. Existen al menos 20 a 30 instituciones que van a tener problemas para iniciar las aulas presenciales. Eso quiere decir que miles de niños seguirán sin poder asistir a las clases, pero la barrera no es el COVID19.
Es algo peor. La corrupción. Este caso la del intendente Prieto.
Desde que asumió Prieto la conducción de la institución comunal este no invirtió un solo guaraní de los recursos de la comuna en el sector de la educación. Hizo lo contrario uso dinero que debía ser para obras en pago de salarios de planilleros y de sus operadores políticos.
Los datos del Ministerio de Hacienda revelan que el Clan Prieto que maneja la comuna esteña desde el 2019, recibió sumas siderales en concepto de FONACIDE, pero casi nada de obras hizo y la plata que destino para alimentos son adjudicaciones de groseros negociados.
O se literalmente se comieron la para que debía ser para las escuelas públicas.
Está en las redes sociales. La queja de la ciudadanía por la situación pésima en la que están varias escuelas.
Estos plagueos de la población están en las redes sociales de la propia comuna de CDE y en los varios perfiles que tiene Prieto.
Mientras el mismo muestras algunas pocas obras en escuelas, las quejas de los padres de los alumnos se multiplican y no hay respuesta de parte del jefe comunal, que muchas veces responde a los reclamos con soberbia y hasta con palabras chabacanas.
Prieto tuvo dos años para ejecutar obras. Tuvo suficiente dinero. Pero nada no hizo. Es hora que el mismo responda que hizo con la plata que era para la educación de miles de niños, muchos de ellos en situación vulnerable.