Mientras el gobernador electo, César Landy Torres, siguen en campaña política con el objetivo de imponer su dinastía en Santa Rita, el actual gobernador, Roberto González Vaesken, esta literalmente “limpiando” el gobierno regional. Ya no quedará nada que administrar. Landy quiere que su hermano Edgar Torres, concejal, sea electo intendente y termine el actual periodo de mandato que él dejo.
Las denuncias de hechos de corrupción, despilfarro de dinero y negociados, suman todos los días en el gobierno regional del décimo departamento.
Pero quien deberá ser el administrador desde el 15 agosto próximo, Landy Torres, sigue en campaña. Esta pidiendo votos para su hermano Edgar, quien actualmente es concejal.
Landy quiere imponer una especie de dinastía en la comuna santarriteña.
Al dedicarse mas tiempo a la campaña proselitista de su hermano, Landy deja de lado la cuestión de la Gobernación de Alto Paraná, donde puso a un abogado acusado de estafa para realizar la transición.
Los casos de adjudicación de compra de alimentos a una firma denunciada por contrabando, y ahora la compra de toneladas de sal a excesivo precio bajo de una empresa de maletín, son solo pequeños ejemplo del nivel de corrupción que hay en la Gobernación.
El gobernador antes de estar pidiendo votos para su hermano en Santa Rita debería estar en Asunción exigiendo que la Contraloría General de la República envía en forma urgente auditores para examinar el manejo administrativo y financiero de la Gobernación.