Es inmenso el movimiento de vehículos con chapa paraguaya en la zona denominada Vila Portes de Foz de Yguazú, Brasil. Todo lo que se alza en los rodados con placa de nuestro país entran de CONTRABANDO al Paraguay.
No existe ninguna barrera. Basta con pagar a los aduaneros las coimas que establecen y pasan sin inconvenientes. Todos los esquemas de ingreso ilegal de productos desde suelo brasileño es manejado por el Jefe de Resguardo, Jaime Bolla. Este tiene la anuencia del administrador, Alberto Estigarribia y del propio director nacional de Aduanas, Nelson Vaiente.
Los furgones se cargan en plena vía pública de Vila Portes. Cuando están repletos de todo tipo de productos emprenden viaje hacia Ciudad del Este. En la cabecera paraguaya del Puente de la Amistad, están los aduaneros o sus secretarios, quienes están listos para cobrar la coima.
Son productos alimenticios de todo tipo, dulces, azúcar, aceite, pollos congelados, embutidos, frutas, verduras, ropas, calzados, de todo son alzados en los furgones, autos, y motos, para luego ingresar ilegalmente al Paraguay.
Son toneladas de productos que entran de contrabando, que sin duda causa un enorme daño a nuestra economía y sigue en forma impune pese a todas las evidencias que hay sobre la actividad ilegal.
El contrabando genera pobreza en el Paraguay y va contra todo lo que pregona el presidente de la República, Horacio Cartes.
Los funcionarios aduaneros están más interesados en llenarse sus bolsillos y poco les importe el país.