La ex titular de Petropar, Patricia Samudio, fue condenada y esta presa por causar un daño patrimonial de más de 350 millones de guaraníes al erario público en plena pandemia. Mientras el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, que causo un daño superior a los 2.000 millones de guaraníes (en solo dos casos) sigue libre, impune, y negociando. Ambos cometieron los hechos de corrupción en la misma época, cuando paraguayos estaban muriendo por culpa del covid 19, estos dos están aprovechándose de la situación para tener beneficios personales de ellos mismos y sus allegados.
El argumento dio el Tribunal que condeno a Patricia Samudio es brutal y es como todos los paraguayos esperan que la administración de justicia actúe. Pero es lamentable que sea selectiva.
La misma justicia está dejando libre e impune al intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto quien cometió el mismo “ultraje moral” a la ciudadanía en la misma época. La diferencia está en que Samudio causo un perjuicio de 350 millones de guaraníes, y Prieto, solo en dos casos, hay otros dos más, el daño causado ya supera los 2.000 millones de guaraníes.
Ambos cometieron la lesión de confianza casi en el mismo tiempo. Ambos se aprovecharon de la situación crítica en la que se estaba viviendo en el país para buscar provecho propio.
La diferencia está en que Patricia ya fue condenada, mientras Miguel sigue libre, impune, y cometiendo los mismos hechos de corrupción.
Sobre la condena se señala que el Tribunal de Sentencia que condenó a Patricia Samudio y su esposo José Costa Perdomo, remarcó la gravedad de la lesión de confianza probada en juicio oral, especialmente por producirse en tiempos de pandemia, donde la población se debatía en la incertidumbre, mientras se fraguaba una licitación para provecho personal de los condenados.
Mientras en el caso de Miguel Prieto, aun no se puso realizar la audiencia de imposición de medidas debido a que el mismo chicanea. Se burla de la propia justicia y de toda la ciudadanía del país.
Para la jueza Gloria Hermosa, este caso en particular no se trató de un acto más de corrupción público, sino que muestra elementos agravantes, especialmente en el contexto en el que se sucedieron los hechos, y que derivaron en penas de 4 años para Samudio y 3 años y 9 meses para Costa Perdomo.
Es en este último punto donde la jueza, Gloria Hermosa, presidenta del Tribunal pone énfasis, recordando todo lo que significó la vida en pandemia y los cambios radicales que motivó la misma, desde el encierro, la interrupción de las actividades laborales, escolares, entre otros.
“Esta desgarradora realidad fue vilmente aprovechada de manera pérfida y despreciable por Patricia Samudio y José Costa Perdomo, quienes con artimañas y manipulaciones desviaron fondos de Petropar”.
“La simulación y fraguación meticulosamente concebida para perjudicar a Petropar para un beneficio patrimonial indebido, no constituye un acto de corrupción pública más, sino un ultraje moral agravado por el contexto de pandemia”
“La vileza de priorizar intereses personales, mientras los ciudadanos sucumbían sumidos en desesperación por medicamentos y con una economía languideciendo, es un testimonio de la más baja catadura moral, en vez de procurar aliviar penas en esos tiempos estos individuos, se entregaron a la planificación de acto repudiable, cuya execrable naturaleza refleja la falta de empatía y responsabilidad civil”, resaltó la magistrada
Recordó que casi 20.000 paraguayos perdieron la vida, y muchas familias debieron sacrificar hasta lo que no tenían para comprar medicamentos u obtener atención médica en hospitales colapsados tanto en el sistema público o privado.