El despachante, Francisco Castiñeira, sobrino de Zuny Castiñeira, habría robado una carga millonaria de celulares que estaba siendo «importada» por la firma Atlántico S.A., propiedad de Mohamed Assaad Yussef, más conocido como «Mohamed Atlántico» de Ciudad del Este. Pero la víctima muy sugestivamente no denunció el hecho. El mencionado libanés es un conocido del submundo de la evasión, el contrabando y la piratería. Nuevamente la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) a través de la Aduana no se pronuncia sobre este caso.
Los primeros datos indican que la carga de celulares que le robaron a Atlántico S.A. tiene un valor de 500 mil dólares. Pero el monto es muy sugestivo. Pues se habla de celulares de alta gama de última generación como los iPhone 16 Pro MAX, cuyo valor orilla los 2 mil dólares. O sea, le robaron 250 aparatos. Pero se dice que fueron 1.037 kilos. Cada celular tiene dos kilos, o sea, es mucho más que 250 aparatos.
Algo están escondiendo aquí, y por eso ni siquiera denunciaron.
Los datos que se publican en las redes sociales señalan que un empresario libanés, Mohamed Assaad Yussef, de Ciudad del Este fue víctima del robo de una millonaria carga de celulares de alta gama. Como principal responsable, según los datos aparece el despachante Francisco Castiñeira.
Se menciona que las mercaderías desaparecidas están valuadas en más de 500 mil dólares americanos. Pero cuando se da el kilo de la carga resulta que es mucho más.
Señalan que el dueño, «Mohamed Atlántico», un viejo zorro de los negocios ilícitos, habría recibido amenazas, por lo que está preparando plantear una denuncia ante el Ministerio Público.
Pero después surgió que el mismo emplazó a Castiñeira para que le pague por la carga que le robó, y si no lo hacía lo denunciaría ante la fiscalía. O sea, le estaba extorsionando a otro personaje acusado de robo.
La carga fue despachada en Aduanas, del Aeropuerto Silvio Pettirossi; es decir, el cargamento llegó a nuestro país, pero no fue entregado al dueño.
Los celulares de alta gama iPhone 16 Prox Max fueron adquiridos en los Estados Unidos.
El pasado 13 de setiembre la carga, totalizando 1037 kilos, fue embarcada con destino a Asunción en un vuelo de Latam Cargo.
Sin problema alguno, el cargamento llegó a destino, fue despachado como corresponde y los productos salieron de la Aduana, supuestamente con destino a Ciudad del Este, pero jamás fueron entregados al empresario.
El libanés preocupado del porqué no había llegado su carga se contactó con la persona que se había encargado de realizar los contactos para el embarque correspondiente, y éste le confirmó que la carga sí fue enviada al aeropuerto Silvio Pettirossi enviándole la copia de la guía correspondiente.
Posteriormente, a través de la guía de embarque, se realizó una verificación en la Aduana del aeropuerto Silvio Pettirossi y se confirmó que la carga llegó y fue despachada de forma legal supuestamente, pero simplemente no llegó a su propietario.
Se menciona que son más de 1.000 teléfonos, o sea son 2 millones de dólares, y no 500 mil dólares.