El presidente de Paraguay, Santiago Peña y el gobernador del Estado de Paraná, Carlos “Ratinho” Massa Junior, visitaron la zona del Puente de la Integración. Pero no se resolvió nada sobre la habilitación temporaria. Es que esto debe ser definido por la Receita Federal del Brasil, y allí no tiene influencia del gobernador Ratinho. Los medios de prensa del país vecino hasta dicen que Preña le dio simbólicamente la llave del edificio de la aduana del lado paraguayo que esta lista. Pero en el lado brasileño aún falta mucho y no va a terminar para fin de año.
El gobernador Carlos Massa Ratinho Junior y el presidente de Paraguay, Santiago Peña, visitaron este lunes 8 el Puente de la Integración Brasil-Paraguay, el segundo puente sobre el río Paraná, que conecta las ciudades de Foz do Yguazú con la paraguaya Presidente Franco. Concluida en 2023, la obra es fruto de una asociación entre el Gobierno del Estado de Paraná y Itaipu Binacional, que financió el proyecto, llevado a cabo por el Departamento de Carreteras del gobierno regional de Paraná.
Ahora, la Secretaría de Estado de Infraestructura y Logística (SEIL) está terminando los accesos al puente en el lado brasileño. A finales de agosto, la denominada Perimetral Este alcanzó el 75 % de su ejecución. Con una extensión de unos 15 kilómetros, la nueva carretera contará con seis viaductos y dos aduanas y conectará la BR-277 con el Puente de la Integración. Todo financiado por la Itaipú.
La parte aduanera de Paraguay ya se ha completado y el presidente Peña entregó simbólicamente la llave de la aduana al gobernador brasileño. Aun falta terminar las carreteras de acceso que se denominan Corredor Metropolitano del Este.
«Estamos finalizando estas obras de acceso, tanto en el lado brasileño como en el paraguayo, para entregar a la población lo que es una de las mayores obras de América Latina, el puente con mayor apertura entre pilares de la región», afirmó Ratinho Junior.
Hasta el momento se han invertido alrededor de 101 millones de reales en la obra, fondos de Itaipu Binacional, gracias también a la asociación entre la hidroeléctrica, el Gobierno de Paraná y el Gobierno federal.
Por su parte, el Puente de la Integración Brasil-Paraguay ha recibido más de 460 millones de reales en inversiones. La idea es que la obra desvíe el tráfico pesado del Puente de la Amistad, que une Foz con Ciudad del Este, y facilite el flujo de la producción entre los dos países, principalmente el transporte de mercancías que va de Paraguay al puerto de Paranaguá.
El acceso desde el lado paraguayo ya está terminado, incluida la parte aduanera. Sin embargo, el Gobierno paraguayo está finalizando las obras de otro puente que conecta con el interior del Alto Paraná. El puente sobre el río Monday.
«Para nosotros es muy importante el avance de la integración física entre las dos regiones. Brasil y Paraguay son países hermanos, Paraná y el departamento de Alto Paraná son estados hermanos y este puente, que se soñó durante muchos años, ya es una realidad y está muy cerca de ser inaugurado», afirmó Santiago Peña.
El Puente de la Integración, ya se inauguró. Lo que falta es habilitarlo, y que deje de ser un enorme monumento.
La estructura se construyó sobre el río Paraná, en el barrio de Porto Meira, cerca de la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina. Con 760 metros de longitud y una pasarela libre de 470 metros, el mayor de América Latina, el puente atirantado cuenta con dos torres de soporte de 120 metros de altura cada una. Tiene dos carriles simples, con 3,6 metros de ancho, un arcén de tres metros y una acera de 1,7 metros a los lados.