Un grupo de funcionarios de una división municipal denominada “Orden y Seguridad” reprimieron violentamente a un grupo de ex trabajadores municipales quienes fueron a reclamar sus indemnizaciones en el edificio de la Intendencia Municipal. La brutal represión fue ordenada por el propio jefe comunal Miguel Prieto Vallejos, al decir de los represores. Usaron gas pimienta y cachiporras. Varios manifestantes resultaron heridos e intoxicados. Todo ocurrió ante la pasiva mirada de los agentes de la Policía Nacional.
La brutal represión contra humildes trabajadores, quienes solo fueron a reclamar sus indemnizaciones que ya fueron ordenadas por la Justicia en todas sus instancias, muestra una situación alarmante y sumamente peligrosa.
El intendente Prieto tiene una dotación de funcionarios municipales, pagados con el dinero del impuesto que pagan los ciudadanos, y es “parapolicial”. Los mismos actúan como si fueran una fuerza policial paralela a la Policía Nacional. Y esto viola la Constitución Nacional.
Y esto quedó evidenciado una vez más. Los mismos, cumpliendo orden directa de Prieto, reprimieron brutalmente a los ex funcionarios, frente al edificio de la Intendencia Municipal. La Policía Nacional estuvo en el lugar, que llamativamente se limitó a mirar, como los ciudadanos eran brutalmente golpeados por los funcionarios municipales, quienes usaron gas pimienta y cachiporra para agredir a los ciudadanos.
En las redes sociales se informó que:
En el día de hoy (martes 3) se llevó a cabo una manifestación frente a la Municipalidad de Ciudad del Este.
El pedido de los manifestantes no era en contra del intendente, sino que exfuncionarios municipales se agruparon para exigir el pago de sus indemnizaciones que hace tiempo vienen esperando cobrar; sin tener apoyo ni respuesta de ninguna institución, no tuvieron otra que manifestarse.
Pero adivinen qué recibieron: garrote, cachiporra y gas pimienta, por orden superior.
Señor intendente Miguel Prieto, esta gente solo está exigiendo su derecho; ya son muy mayores, trabajo les es difícil conseguir, entonces pague lo que les corresponde y punto, porque se nota de lejos su insensibilidad mientras que en las redes usted abraza hasta a borrachos para hacer creer que usted es pueblo.
El que no te conoce, que te compre.
Sobre el tema se informó además que momentos de tensión se vivieron frente a la Municipalidad de Ciudad del Este, donde un grupo de exfuncionarios despedidos irregularmente en el año 2000, y aglutinados en el Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad de Ciudad del Este (Sitramucde), se manifestaron exigiendo el cumplimiento de un acuerdo de pago firmado con el actual intendente, Miguel Prieto Vallejos.
El incidente dejó como saldo a un hombre con lesiones leves y una mujer descompensada, supuestamente, debido al uso de gas pimienta por parte de agentes de la Policía Municipal de Tránsito, informó el diario Ultima Hora.
En realidad son de la división de Orden y Seguridad Municipal.
Lucía Armoa, en declaraciones a Ultima Hora, dijo que una de las manifestantes se encadenó al portón de acceso de la sede comunal, simbolizando la lucha de los 240 ex trabajadores que buscan el cobro de salarios caídos e indemnizaciones. Armoa declaró que el municipio le adeuda G. 8 millones de un total de G. 75 millones, y denunció que los pagos mensuales pactados se han suspendido hace meses, lo que llevó a la reactivación de las medidas de protesta.
Tras el incidente, un funcionario llegó hasta los manifestantes para confirmarles que serán recibidos por Iván Portillo, director financiero, para tratar de llegar a un acuerdo y levantar la movilización.
El origen del conflicto se remonta al año 2000, cuando el entonces intendente Eduardo Ramón Morales despidió a más de 400 empleados municipales durante una huelga sindical.