El intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, no tuvo el respaldo que esperaba en su marcha en favor de la corrupción y la impunidad. Había anunciado unas 30 mil personas, pero fueron solo 3 mil, y la mayoría obligados, bajo amenaza, y otros pagados. Esto deja en claro que la ciudadanía ya no come vidrio y que es hora que la Justicia actúe con firmeza y con todo el peso de la Ley.
Prieto y sus seguidores, especialmente los concejales rastreros estaban anunciando al menos 30 mil personas en su marcha para presionar a la Justicia y evitar que se ordene su prisión, y contra el Ministerio Público para evitar más imputaciones en su contra.
Pero usando toda la estructura municipal. Amenazando a los funcionarios, obligando a otras personas, y pagando a otras como a los taxistas y otros trabajadores del volante quienes fueron a la marcha a cambio de viáticos y vales de combustibles.
Los dueños de colectivos chatarras fueron a cambio de que el jefe comunal aumente el pasaje urbano.
Pese a todo no consiguió las 30 mil personas, y apenas estuvieron unas 3 mil personas.
Esto es un claro mensaje de la ciudadanía sobre los hechos de corrupción en la comuna esteña, y a la Justicia y la fiscalía que comiencen a actuar con la Ley.