El intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, y su aplanadora de concejales rastreros adjudicaron dos obras por más de G. 2.200 millones a Elvio Mareco Barrientos (MB Construcciones). El citado es amigo y operador político del jefe comunal, y es muy cercano a Vicente Prieto, padre del intendente. Elvio Mareco fue denunciado ante el Ministerio Público por montar un esquema junto a Prieto para robar a la comuna esteña. El local de la empresa unipersonal ya fue allanado por fiscales.
Cuando se presentó la denuncia contra Elvio Mareco Barrientos, amigo y operador político del intendente Prieto, el monto de obras, todo negociado, adjudicado al mismo, ya superaba los 8 mil millones de guaraníes. Ahora ya llegan a los 18.000 millones de guaraníes.
Ante la pasividad, que garantiza impunidad para Prieto y su clan, del Ministerio Público, Prieto y sus concejales, quienes hacen valer su mayoría en la Junta Municipal para cometer todo tipo de abusos, como en un estado dictatorial, siguen adjudicando obras al operador político que debería estar preso.
Atendiendo a los datos, todas las obras adjudicadas a Elvio Mareco son cupos de Vicente Prieto, padre del intendente.
Como se puede ver, Elvio Mareco y el Clan Prieto montaron un esquema para robar a la comuna de Ciudad del Este. Esto está debidamente documentado en la denuncia que está cajoneada en la fiscalía.
Las obras que fueron adjudicadas a la empresa unipersonal MB Construcciones son la construcción de lomas de “oro”; cada una costará la friolera suma de 28 millones de guaraníes.
El monto de la adjudicación es de G. 1.183 millones de guaraníes. Los concejales rastreros de Prieto impidieron un debate democrático en la Junta Municipal, escondieron todos los documentos y aprobaron a ciegas la adjudicación.
La otra obra adjudica al amigo y operador político de Prieto y la construcción de empedrados por 1.022 millones de guaraníes.
Así se maneja el intendente Prieto, el que quiere ser candidato a presidente por la oposición. Saquen sus conclusiones. Se burla de la ciudadanía ante la grotesca pasividad del Ministerio Público donde se cajonean todas las denuncias.