Los presidentes de Paraguay y Brasil, Mario Abdo Benítez y Jair Bolsonaro, se encontraron en el medio del segundo puente sobre el río Paraná, en fase de culminación. Ambos destacaron la “integración” entre ambas naciones. Pero nada dijeron sobre el impase en la Itaipú, y en especial sobre el Anexo C, que es mucho más importante para los intereses paraguayos que nueva pasarela internacional.
Tanto Bolsonaro como Abdo Benítez, no mencionaron nada en relación a Itaipú, y en especial sobre el Anexo C. El impase sobre la tarifa de energía en la Binacional fue apenas un aperitivo de lo que se viene en pocos meses más.
Se esperaba alguna declaración de los mandatarios sobre el tema de la Binacional y el Anexo C, pero nadie dijo nada.
En relación al encuentro presidencial la Binacional lado paraguayo emitió el siguiente informe:
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y su par brasileño, Jair Bolsonaro, este miércoles 31 de agosto realizaron una visita técnica en la zona de obras del Puente de la Integración, que están próximas a concluir. Los mandatarios, tras el correspondiente saludo, recorrieron la calzada de la nueva conexión vial erigida sobre el río Paraná. El emprendimiento es financiado por Itaipu Binacional por valor de US$ 84 millones.
Los jefes de Estado aseguraron que se trata de una obra histórica, que se concreta 57 años después de haberse construido el Puente de la Amistad, lo que ayudará a fortalecer la conectividad entre ambos países. El presidente Abdo Benítez agradeció a las autoridades de la Binacional, dado que la Entidad viene invirtiendo fuertemente en obras de infraestructura claves y recordó que la Itaipú también está financiando el futuro Puente de la Bioceánica, que se convertirá en la tercera conexión vial con Brasil.
“Itaipu fue una obra de integración entre los pueblos. Y en este período presidencial está haciendo dos puentes internacionales, realmente está cumpliendo la naturaleza por la que se formó, que es el proceso de integración entre Paraguay y Brasil. Es un día histórico”, destacó el mandatario paraguayo.
Explicó que estas obras viales son estratégicas y cambiarán para siempre la configuración del país para convertirlo en un aliado competitivo en la región, considerando que el Mercosur aún tiene un gran potencial para seguir proveyendo alimentos y buscar la seguridad alimentaria.
Por su parte, el presidente Bolsonaro indicó que el Puente de la Integración es un orgullo para Paraguay y Brasil, que están más hermanados que nunca. Añadió que esta megaestructura ayudará a dinamizar el comercio, no solo bilateral, sino en la región misma y precisó que cumple con los requerimientos de seguridad, tanto para los vehículos como para los peatones.
Cabe resaltar que el pasado 17 de agosto ambos extremos del Puente de la Integración se juntaron tras la colocación de la última dovela (clave) en el centro de la superestructura. La instalación de esta pieza metálica, de 5,75 metros de largura y un peso superior a 20 toneladas, simbolizó la unión entre las dos márgenes, conectando los lados paraguayo y brasileño.
Actualmente se desarrollan sin pausa los trabajos correspondientes a la última etapa del proyecto, tales como soldaduras especiales, colocación de losas prefabricadas, hormigonados; y las terminaciones, que comprende carpeta asfáltica, sistema de iluminación, defensas tipo New Jersey, barandas antisuicidios, entre otros.
Asimismo, el Gobierno paraguayo está encarando las obras complementarias de acceso al puente, para lo cual tiene comprometidos US$ 220 millones, según informó el presidente Abdo Benítez.
La construcción del Puente de la Integración se inició en el 2019 y para noviembre del 2022 está prevista su culminación en un 100%. En estos momentos la obra registra un 91% de avance.
El Puente de la Integración tiene 760 metros de largo, con un vano central de 470 metros de luz libre sobre el río y más de 60 metros de alto. El montaje de las dovelas, piezas mixtas prefabricadas (metal y hormigón) que dan forma a la calzada de la estructura comenzó en octubre del 2021. En total fueron colocadas 37 dovelas metálicas, 18 en cada lado, y la clave en el centro.
Después de 57 años, Paraguay y Brasil concretan este nuevo y anhelado puente internacional, con inversiones de Itaipu Binacional, mediante la decidida voluntad y la cooperación de los Gobiernos de ambos países. Este nuevo paso fronterizo, además de convertirse en una importante vía de comunicación para descomprimir y agilizar el tránsito en la zona, potenciará el creciente desarrollo socioeconómico de ambas naciones promotoras del emprendimiento.