La Policía Nacional y la división de la Policía Turística realizaron una operación que fue un “bluf” contra los mal llamados guías de turismo o compras, quienes son parte de un esquema que roba, secuestra y extorsiona a turistas y sacoleiros en Ciudad del Este. Los más importantes medios de prensa del Brasil se hicieron eco del modus operandi de los “piranhitas” protegidos del intendente Miguel Prieto. Mientras las denuncias contra los mismos suman. En la mañana de este jueves 9, seguían los procedimientos «bluf», y se anunciaba una reunión.
No hay dudas que con la operación realizada por la Policía en la zona comercial de Ciudad del Este lo que se buscaba era propaganda, pero los resultados fueron pobres. Ningún detenido. Ningún sancionado. O sea, fue un bluf.
La comuna no fue parte del procedimiento. Es que los guías o piranhitas (portugués) o pirañitas son protegidos por la comuna de CDE a cargo del corrupto intendente Miguel Prieto Vallejos.
“Recibimos nuevas denuncias. Entonces, entendiendo la preocupación que tiene Brasil, junto con la preocupación de nuestros jefes, al menos diariamente estarán haciendo estos operativos”, dijo el comisario Humberto Franco, jefe de la Policía de Turismo.
Mientras la operación de la Policía Nacional que resulto en nada se hacia las denuncias de las victimas de robos, secuestro express, y extorsión suman y nuevos testigos son presentados por los medios de prensa del Brasil.
Mientras los “guías” seguían operando con total impunidad.
Según TV Cataratas de la cadena de TV GLOBO, un brasileño, que prefirió no ser identificado, dijo que él y su esposa estaban cerca del Puente Internacional de la Amistad cuando fueron abordados por una guía de compras, que son delincuentes.
Luego, la pareja fue detenida por un motociclista, quien afirmó que se habían equivocado de camino. El joven llevó a los dos a un estacionamiento en el centro de Ciudad del Este, acompañado del guía.
El hombre aseguró que, al despedir al guía, apareció otro chico, que también sería parte del esquema.
“Mi mujer tuvo la noción de que un tipo le había dado una señal al otro. Fue todo muy rápido. Cuando lo despedí, llegó otro con él”.
La pareja fue llevada a una habitación y encerrada con al menos otros cinco sospechosos del golpe. La víctima dijo que quería comprar una llanta para la moto, pero durante el crimen le habrían mostrado armas.