El ingreso de CONTRABANDO, como siempre coima de por medio a los aduaneros, de ropas brasileñas es un duro golpe a la industria de la confección de nuestro país. Pero genera millonarias sumas para los funcionarios de la Aduana y para quienes comandan el negocio.
Este negocio ilegal de frontera está creciendo. Los que operan esta actividad ilegal pagan G. 1.500.000 por cada furgón en concepto de COIMA, a los funcionarios aduaneros apostados en la cabecera del PUENTE DE LA AMISTAD.
Cada furgón llega a transportar hasta 18 fardos de ropas en cada viaje.
Los fardos llegan en camiones o colectivos hasta Foz de Yguazú. Provienen de diferentes puntos del Brasil como ser de Sao Paulo de ciudades del Estado de Paraná y Santa Catarina. Desde Foz, para cruzar el Puente de la Amistad, e ingresar a suelo paraguayo utilizan los furgones de paseros.
Uno de los principales PATRONES de esta actividad ilegal es conocido con el seudónimo de CHINO. No pudimos saber el nombre verdadero de este personaje. Pero el mismo llega a meter hasta 15 furgones repletos de fardos de ropas por semana.
La comercialización de las ropas brasileñas que entran de contrabando, es una competencia desleal con la industria de
confecciones de nuestro país. Pero este no es el único problema.
Pero a los funcionarios de la Aduana de la cabecera del Puente de la Amistad no les interesa esto. Solo quieren recadar. Todo lo hacen con la anuencia del administrador, Alberto Estigarribia.