La legislación brasileña establece privilegios para delincuentes que están en prisión cuando tienen algún título universitario. Uno de ellos es el de tener una celda individual. El narco Marcus Vinicius Espínola Marqués de Padua, conocido en Paraguay por su relación con el exministro del Interior y de la SENAD, Arnaldo Giuzzio, presentó un título de médico. Para tener este privilegio. Dice que se formó en la Universidad María Serrana de Ciudad del Este, pero hay la sospecha de que sea falso. O es un título apócrifo que le dieron en la propia institución de educación superior. Esto solo una investigación lo puede aclarar.

Marcus Vinicius Espínola Marqués de Padua
La información que está en internet señala que Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, narcotraficante brasileño detenido en 2022 en el marco del operativo Turf, vuelve a resonar, esta vez por un documento que habría utilizado para conseguir trato preferencial en una cárcel de Brasil.
El mismo habría presentado un título de “médico” supuestamente expedido por la Universidad Privada María Serrana de Ciudad del Este, lo que plantea serias dudas sobre la autenticidad del título y deja al descubierto los escándalos que rodean a esta cuestionada casa de estudios superiores.
Espíndola habría presentado una constancia de estudios firmada por la entonces rectora Norma Aquino Saucedo (fallecida en 2023), donde se certifica que el brasileño culminó la carrera de Medicina en la sede de Ciudad del Este. El papel incluso lleva sellos del Ministerio de Educación y Ciencias, de nuestro país.
Las firmas no coinciden, los sellos aparentan ser falsificados y el título no figura en el registro oficial de títulos universitarios del MEC ni del Ministerio de Salud Pública.
Fuentes que analizaron los documentos, al comparar las rúbricas originales de Aquino Saucedo con la presentada en el supuesto título, tienen serias dudas sobre la legitimidad de las firmas. A ello se suma un detalle revelador: el certificado fue emitido en febrero de 2020, cuando el propio Espíndola ya figuraba bajo investigación internacional por lavado de dinero y tráfico de drogas.
El MEC y el Ministerio de Salud no tienen registro alguno que lo habilite como profesional médico en Paraguay, lo que refuerza la hipótesis de que el documento habría sido fabricado únicamente para acceder a privilegios carcelarios en Brasil, donde los profesionales de la salud reciben celdas especiales y beneficios de régimen.
Espíndola no solo falsificaba títulos, también tejía relaciones con altos funcionarios paraguayos. Las investigaciones fiscales revelaron una estrecha comunicación entre el exministro del Interior Arnaldo Giuzzio y el presunto narco brasileño. A través de mensajes de WhatsApp, ambos coordinaban el envío de vehículos blindados, pruebas balísticas y hasta favores personales.
En diciembre de 2021, Giuzzio pidió prestado un vehículo blindado para vacacionar en Brasil, propiedad de la empresa Black Eagle Group SA, perteneciente a Espíndola. La misma firma fabricaba blindados de lujo, presuntamente utilizados por organizaciones criminales. El vínculo entre ambos quedó al descubierto tras el operativo Turf y derivó en una causa por cohecho pasivo agravado contra el exministro, cuyo juicio oral y público está previsto para febrero de 2026.
El episodio del “título médico” de Marcus Vinicius Espíndola desnuda la fragilidad institucional del sistema educativo paraguayo y el negocio detrás de los títulos universitarios. Mientras universidades sin control venden credenciales, los organismos estatales —MEC, Cones, Aneaes— se limitan a intervenir superficialmente, sin resolver el fondo del problema, la falta de rigor, la corrupción y la connivencia judicial.