La vida de Aníbal González, un hombre de 76 años, llegó a su fin este viernes luego de una larga y angustiosa espera por un traslado que nunca llegó a tiempo. El paciente, oriundo del asentamiento San Miguel de Ciudad del Este, necesitaba con urgencia ser derivado al Hospital San Jorge para someterse a una cirugía vital.
Durante varios días, su hija Patricia González agotó todas las vías posibles para conseguir que las autoridades del sistema de salud pública concretaran el traslado desde el Hospital Regional de Ciudad del Este. El centro asistencial local no contaba con los equipos ni las condiciones necesarias para tratar su delicada afección cardíaca que requería la colocación urgente de un marcapaso transitorio.
Aunque finalmente fue derivado al Hospital San Jorge, en la capital, la espera resultó ser demasiado larga. Aníbal falleció por un infarto en la mañana de este viernes, según confirmó su hija, quien lo acompañó hasta el final.
Mientras tanto, la familia joven ahora tiene la dificultad de no tener cómo costear el traslado del cuerpo de regreso a Ciudad del Este. Patricia solicita apoyo ciudadano para cubrir los gastos funerarios. Habilitó su número de celular (0973) 864096 como canal de contacto y también como alias para recibir transferencias solidarias. “Ya vendí todo lo que tenía. Solo en medicamentos y estudios se fueron más de 10 millones de guaraníes”, relató.
La historia de Aníbal González es un reflejo del drama cotidiano que enfrentan cientos de pacientes del interior del país, para quienes el acceso a la salud depende más de la suerte, las conexiones o la exposición mediática que del derecho constitucional a la vida y la atención médica digna.