El moderno sistema de defensa y vigilancia que el Brasil está implementando en su frontera está en plena operación en la zona fronteriza entre el estado de Matto Grosso do Sul y Paraguay. Son radares, sensores, cámaras de alta definición entre otros, con visión termal, entre otros. Desde el 2023 tendrán el apoyo de un satélite que emitirá imágenes. Estos equipos son similares a los que usa Israel en su frontera con los países árabes, con conflicto. En este caso son usados para combatir actividades ilegales como el contrabando y el tráfico de drogas y armas.
El Sistema Integrado de Monitoreo de Fronteras, (Sisfron), del Brasil, está operando con el 90% de su capacidad táctica en un sector de la frontera con el Paraguay. El proyecto piloto cuenta con un sistema de sensores, programas (software) y actuadores (personal), en una extensión de 650 kilómetros en la frontera del estado de Matto Grosso do Sul, con territorio paraguayo.
El proyecto emplea tecnología brasileña de punta, con radares fijos y móviles, antenas (infovias), además de equipos como sensores ópticos, binoculares de visión termal y cámaras de largo alcance. La estructura permite que las informaciones captadas por los puestos de vigilancia lleguen en tiempo real en los centros de operaciones, siendo interpretadas y usadas como soporte para la toma de decisión de los organismos de seguridad.
El ministro de Defensa del Brasil, Joaquim Silva y Luna, en la ciudad de Dourados, donde el proyecto piloto del Sisfron es operado a partir de la 4ª Brigada de Caballería Mecanizada del Ejército brasileño.
El ministro indicó que entre los avances que se pueden hacer en el proyecto está el apoyo de un satélite de sensor de imágenes a partir del año 2023. Siliva y Luna afirmó que con el Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas (SGDC), lanzado en mayo del año pasado, el Sisfron ya cuenta con la parte de comunicaciones. «A partir de 2023 tendremos un satélite con imagen», dijo el ministro a los periodistas presentes en la 4ª Brigada. Silva y Luna también declaró que la previsibilidad presupuestaria es esencial para dar continuidad a proyectos de la envergadura del Sisfron.
En la exposición hecha al responsable de la cartera de Defensa del Brasil, se presentaron datos que constatan el creciente volumen de incautaciones en operaciones inter-agencias de seguridad y fiscalización y de las Fuerzas Armadas. En 2016, se incautaron 133 toneladas de drogas. Al año siguiente, ese número se elevó a 217 toneladas. Hasta noviembre de 2018, el volumen alcanza las 196 toneladas. Otra información transferida es la integración entre los órganos de seguridad pública, ya sea por medio de acciones o de entrenamientos y equipamientos.
El Sisfron es considerado uno de los mayores proyectos de seguridad y defensa del mundo, con la misión de proteger 17 mil kilómetros de fronteras del Brasil con 10 países vecinos.