Miguel Prieto Vallejos ganó dos elecciones municipales seguidas. La última con 81.168 votos de electores esteños. Quienes le votaron esperaban una administración municipal honesta, sin privilegios, transparente, sin planilleros, sin abusos. Que los impuestos se conviertan en servicios de calidad, que se hagan obras sin negociados, sin impunidad. Pero en lugar de esto Prieto puso un manto oscuro sobre su gestión donde las denuncias de robo, de privilegios y abusos fueron las constantes. Prieto decepcionó a 81.168 ciudadanos que ahora piden la intervención para que haya justificación, los responsables paguen, y el municipio sea resarcido.
En lugar de demostrar que su gestión es transparente, mostrando todos los documentos, aclarando todas las dudas, Prieto está realizando una campaña mentirosa tratando de engañar a los ciudadanos a quienes ya defraudó, y quiero volver a hacerlo.
Están cometiendo abuso al obligar a funcionarios municipales a manifestarse para defenderlo, poniendo pasacalles recordando cuantos votos tuvo. Son electores a quienes él los decepcionó, al no cumplir con sus promesas que hizo para conquistar sus votos…
Prieto viene presionando, y comete abusos, a los trabajadores municipales para que le defiendan.
Hasta apeló a los santos, y mando a grupo de señoras a rezar en el portón de acceso al edificio de la Intendencia Municipal, lugar donde él mando a reprimir violentamente a trabajadores quienes reclamaban sus sueldos.
Prieto se olvidó que al asumir lo primero que hizo fue separar los festejos del aniversario de la ciudad con los de su Santo Patrono San Blas. Nunca fue al rezo del Ángelus, ni a las novenas a San Blas, pero ahora está estirando a todos los santos, buscando alguna protección.
Si Prieto no puede demostrar, con documentos, su inocencia, debe renunciar y admitir los hechos de corrupción y contar quiénes están con él en los esquemas de robo. Así podrá aliviar sus pecados, porque la corrupción es pecado, y hasta puede recuperar la confianza de sus electores.
Sobre los más de 81 mil votos que defraudó, Prieto hizo un posteo en las redes sociales y puso lo siguiente:
Es muy triste pisotear el voto. Cada elección es un reflejo de la voluntad popular, un momento en el que los ciudadanos expresan sus esperanzas, sueños y expectativas para el futuro.
Cuando se ignora o se menosprecia esa decisión, se deslegitima el esfuerzo de aquellos que ejercieron su derecho democrático, y se socava la confianza en las instituciones.