La manifestación organizada por operadores del movimiento Colorado Añetete, que responde al narco-diputado Ulises Quintana, y otros grupos políticos, en el centro de Ciudad del Este, nuevamente genero opiniones dispares. Por un lado los que condenan y dicen que se causa un enorme daño a la ciudad y por ende a la población y en nada se afecta se a los cuestionados. Por otro lado quienes lo reivindican diciendo que solamente de esta manera puedan llamar la atención. El objetivo de la marcha igualmente creo impases. Por lado se pedía la destitución de la intendenta Sandra McLeod, por hecho de corrupción, pero se exigía que no se acepte su renuncia. Pero estaban aquellos que pedía la libertad de un legislador vinculado al narcotráfico.
La nueva movilización en Ciudad del Este tuvo su consecuencia ya en el Brasil. Las agencias de viajes recomendaron a los turistas no venir a territorio paraguayo el miércoles 30 de enero de 2019. Indicaron que había movilizaciones sociales. La realidad que no se trató de una marcha social, si política.
Siempre se puso en tela de juicio sobre este tipo de movilización en el centro de Ciudad del Este. Los cuestionados nunca son molestados y pero si se ahuyenta a los visitantes y el comercio pierde, y por efecto una parte de la población que depende de esa actividad económica.
El miércoles durante la marcha, sin entrar a detallar los motivos, se vio como tantas otras veces a algunos turistas abandonar la ciudad en forma apresurada y con pavor. Esto afecta la imagen de la ciudad y el país.
Se estima que fueron entre 500 a 700 personas las que participaron de la marcha. Los organizadores anunciaban que serían miles.
Los comerciantes fueron obligados a cerrar sus negocios bajo amenaza.
La Policía Nacional se limitó en observar como algunos vándalos cometían todo tipo de abuso