Los medios de prensa de Paraguay casi no lo mención. Pero en los portales de noticias de todo el mundo donde se menciona la asunción del nuevo mandatario guaraní, Mario Abdo Benítez, se recuerda su pasado y lo presentan como un “heredero” de la dictadura stronista. Agregan que el nuevo presidente paraguayo se esfuerza en presentar credenciales de democrático, pero la sombra de una época de terror que vivió el país lo acompaña, señalan que mientras él tenía una vida de millonario en EE.UU. su compatriotas eran torturados en las mazmorras del stronismo.
Mario Abdo Benitez es el nuevo presidente de Paraguay. Con sólo 46 años, este joven ||empresario, heredero de una enorme fortuna amasada por su padre, Mario Abdo Benítez, mano derecha del dictador Alfredo Stroessner (1954-1989) durante más de tres décadas, ha llegado al poder con la promesa de sacar a su país de la pobreza endémica que padece el país y combatir la corrupción.
La llegada de Abdo al poder, tras vencer por una diferencia de menos de tres puntos al liberal Efraín Alegre, supone la presencia en el Palacio de López de los jóvenes herederos del stronismo que al final de la dictadura eran apenas adolescentes. Abdo tiene sangre de la más alta estirpe stronista porque su padre fue un hombre poderoso del régimen, pero al mismo tiempo puede mostrarse como un hombre de la democracia. Marito, como le dicen sus seguidores, ha reivindicado al gobierno de Stroessner, pero no su política de terror.
La dictadura stronista asesinó a más de 400 personas y se estima que otras 20.000 sufrieron detenciones y torturas, según el informe de la Comisión de Verdad y Justicia publicado en 2008. La Mesa de Memoria Histórica estableció que, de 448 represores investigados, sólo ocho fueron procesados por la Justicia. Abdo debe cargar con ese lastre, pero también concentrarse en el futuro.
Otro aspecto que los medios de prensa de Paraguay no se refieren es que la población no pudo acceder al local donde se hizo el acto de posesión de cargo. Algunos pocos consiguieron burlar los controles con banderas paraguayas.
Pero al parecer no todos los invitados acudieron atendiendo a que en la parte de atrás del local había centenas de sillas vacías.