La juez de garantías de esta ciudad, Nimia Dejesús Ávalos, de manera inexplicable otorgó arresto domiciliario al hijo del concejal municipal cartista, Vanderlei Gómez, a pesar de que estuvo más de un mes prófugo de la justicia. Se trata de Cleverson Gomes Riveiro, quien en la madrugada del 20 de abril pasado, casi mató a golpes a su expareja Rosalina Deola (19).
Cleverson Gomes Riveiro, el hombre que casi mató a su expareja.
La víctima tuvo que viajar a Brasil para someterse a un riguroso tratamiento médico y psicológico, después del suceso que casi le costó la vida, según denuncia de los familiares.
Mientras, el agresor Gomes Riveiro, a través de su abogado y colega de su papá, Nelson Espínola, pudo “cocinar” todo y tal es así que presentó al sospechoso el jueves 24 de mayo pasado.
Ávalos, que en junio del 2016 fue designada como juez de garantías de esta ciudad por la Corte Suprema de Justicia, de manera llamativa otorgó arresto domiciliario al violento joven Gomes Riveiro.
La magistrada a pesar de que la ley le prohíbe conceder medidas alternativas a la prisión a personas procesadas por hechos considerados crimen, firmó la resolución.
El hijo del concejal de esta ciudad está procesado por violencia familiar, que prevé una expectativa de pena de 6 años de prisión.
También llama poderosamente la atención que la fiscala de Minga Porã, Olga Patricia Melgarejo, no haya procesado a Gomes Riveiro por el hecho de tentativa de homicidio, previsto en la ley nº 5.777/16.
La mujer sufrió corte y golpes en varias partes del cuerpo y la cabeza
La representante del Ministerio Público solamente procesó a Gomes Riveiro por violencia familiar y había ordenado su detención el pasado 20 de abril.
El agresor desde la clandestinidad había amenazado nuevamente la su expareja, pero nada le importó a la magistrada para liberarlo en tiempo récord.
AGRESIÓN
A las 02:40 horas del 20 de abril pasado, Clverson Gomes Riveiro agredió brutalmente a su expareja. A golpes de puños y puntapiés le reventó la cara y le abrió un tajo en la cabeza. Casi la asfixió con la mano, según el relato de la víctima, Rosalina.
La mujer había manifestado que para escapar de su agresor, tuvo que trepar la muralla de la casa. Así ganó la calle y fue a pedir auxilio a la casa de un vecino. De lo contrario habría sido asesinada.
Luego, Gomes Riveiro a bordo de una camioneta la había buscado toda la madrugada por la ciudad de San Alberto, con intención de asesinarla.
Los agentes de la comisaría 13ª jurisdiccional habían observado al agresor merodeando la zona, pero no lo aprehendieron.
La mujer sufrió corte en varias partes del cuerpo
