ITAIPU Binacional, a través del proyecto ITAIPU Preserva, consolidó la restauración de una parcela de 10,69 hectáreas (Parcela IP-2-220) en la localidad de Puerto Indio, distrito de Mbaracayú. Esta área, intervenida desde el año 2015, cuenta con una extensión lineal de alrededor de 2 kilómetros y rodea una zona de humedal; un tipo de ecosistema estratégico para la captación de agua del embalse, lo que contribuye a la preservación del recurso hídrico fundamental para la hidroeléctrica.
Los humedales desempeñan un papel crucial en la filtración y el aporte de agua al embalse. Además, constituyen un hábitat clave para una gran diversidad de especies, principalmente reptiles, anfibios, mamíferos menores y aves acuáticas. La restauración forestal en las zonas periféricas contribuye a la protección de estos ecosistemas, reduce la erosión del suelo y minimiza la sedimentación; lo que favorece la estabilidad ambiental.
Ubicada entre las reservas naturales Limoy e Yvyty Rokái, la restauración de esta parcela refuerza el corredor biológico entre las mencionadas unidades de conservación. Esto facilita el desplazamiento de la fauna y el intercambio genético entre las especies, promoviendo la biodiversidad en la región.
El proceso de restauración incluyó la recomposición florística con especies nativas como lapacho, ingá, yvyra pytã, sangre de drago, tatajyva, jukeri, kurupa’y, ka’a oveti, yvyra ovi, entre otras. Actualmente, la cobertura forestal está consolidada, lo que permite la autosostenibilidad de la reforestación establecida, sin necesidad de mantenimiento adicional.
Profesionales de la División de Acción Ambiental de la Binacional explicaron que, en el 2014, esta área estaba totalmente degradada, sin presencia de árboles y dominada por gramíneas exóticas invasoras que favorecían la propagación de incendios. Además, el suelo se encontraba con un nivel alto de compactación y con signos de erosión hídrica, con surcos a través de toda la superficie.
En el marco del proyecto ITAIPU Preserva, la Entidad ya ha logrado la restauración de muchas parcelas, observándose también la presencia de regeneración natural. Este importante indicador evidencia la capacidad del área para conducirse hacia la formación de bosques, mediante la aparición de plantas no introducidas directamente, sino derivadas de semillas transportadas por el viento o animales.