El soberbio Miguel Prieto Vallejos, se metió en una encrucijada sin salida, que le llevo su soberbia. La intervención y posterior destitución son inminentes. Para evitar esto, le pidieron sus propios aliados que renuncie. Pero apenas se habló de renuncia, se desató la pelea entre sus concejales rastreros. La liberal María Portillo exige el cargo, y si no le dan, anunció que sale del equipo y esto hace que Prieto pierda su mayoría en la Junta Municipal y no podrá elegir a su sucesor. Los concejales rastreros responsabilizan de todo el problema a Daniel Mujica, considerado el “cerebro” de los esquemas de corrupción en la comuna.
Fuentes cercanas a Prieto confirmaron que la marcha ciudadana del domingo 25 fue considerada un fracaso y que no tuvieron el respaldo popular que esperaban. Pretendían que la demostración de la supuesta fuerza política que tienen asustara a los parlamentarios, pero tuvo un efecto adverso. Se apura la intervención y en menos de 15 se aprueba la misma y luego de 90 días se viene la destitución, aunque todo esto puede acortarse.
Su propio entorno exige a Prieto que renuncie para evitar las elecciones que los va a desgastar política y económicamente.
Pero apenas se habló de renuncia, se desató la pelea en sus concejales.
Entre tanto, el conflicto mayor es entre los rastreros de Prieto y su asesor planillero y candidato a intendente, Daniel Mujica, considerado el cerebro de todos los esquemas de “corrupción”. Todos responsabilizan a Mujica por la situación. De acuerdo a los datos, Mujica siempre decía que todo estaba bien, que la tenía todo bajo control, que todo estaba en orden. Pero mentía. Por eso lo de la Contraloría fue un duro golpe.
El martes 27, antes de la sesión ordinaria de la Junta Municipal, se hizo la segunda reunión luego del pedido de intervención entre Prieto y sus rastreros.
Fue una encendida reunión que tuvo el imputado y acusado intendente de Ciudad del Este, primero con los seis concejales de “Yo Creo”, y luego se sumó la liberal María Portillo. La concejal liberal fue tratada así, de “vendida” por Valeria Romero, concejal rastrera y pareja de Prieto, en el momento de tratarse un tema delicado que propuso Daniel Pereira Mujica a Miguel Prieto: Su renuncia.
Es que la Ley Orgánica Municipal establece que, si el intendente renuncia, será reemplazado por un concejal que debe ser electo por una mayoría de la Junta Municipal, para completar el periodo hasta diciembre del 2026; pero si es destituido, se llamará nuevamente a elecciones en un plazo de 30 días.
Prieto fue fuertemente presionado por Pereira Mujica para que renuncie, ya que así él seguirá teniendo la caja municipal para financiar su campaña política, momento en que el imputado y acusado intendente habría reaccionado y estuvo a punto de llegar a los golpes con su candidato, según lo que pudo saber Radio Concierto este martes 27.
Ese fue el momento en que no llegaron a un acuerdo, ya que, ante la renuncia de Prieto, la liberal María Portillo exige ser ella la intendenta electa por sus colegas, a lo que Valeria Romero respondió en forma insolente y prepotente, queriendo hacer valer su condición de pareja de Miguel Prieto, intentando imponer ser ella la próxima jefa comunal tras la renuncia de su novio.
La reunión no terminó bien según nuestra fuente, y eso quedó visto en el inicio de la sesión de la Junta, cuando María Portillo ingresó y estuvo por varios minutos sola en su banca, mientras los de “Yo Creo” quedaron en la presidencia. “Se calentó” el ambiente en filas prietistas, y sin intervención, hay gente que ya “salta del barco”.