Como cada 24 de mayo, hoy se declara asueto departamental en conmemoración a la Virgen María Auxiliadora, Patrona del Agro del Alto Paraná. En diferentes puntos del país, los católicos realizan una serie de actividades para honrarla en su día, lo que convierte a la fecha en una de las fiestas marianas más grandes del país (y se podría decir también del mundo). María Auxiliadora es también Santa Patrona del Ejercito Paraguayo por los milagros ocurridos en plena guerra del Chaco.
La Iglesia celebra a la Madre de Dios bajo la advocación de “Santa María, Auxilio de los cristianos” (Maria Auxilium Christianorum), conocida popularmente como Santa María Auxiliadora.
“En el cielo nos quedaremos gratamente sorprendidos al conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por nosotros en la tierra”, decía San Juan Bosco, quizás el más grande difusor del amor a la Virgen Auxiliadora. Esta hermosa piedad ha estado presente en la vida de la Iglesia desde antiguo, cada vez que algún cristiano, hijo de María, atraviesa por alguna dificultad.
Patrona del Agro del Alto Paraná y Minga Guazú
María Auxiliadora, madre del Redentor es considerada el auxilio de los cristianos y mediadora de la humanidad; ayuda a todos los hombres y mujeres del mundo necesitados de perdón y redención. Es patrona de todos los cristianos, en especial de la orden de los salesianos y defensora del viejo continente durante la invasión árabe. En Alto Paraná, es patrona del agro y, a su vez, patrona del municipio de Minga Guazú.
Patrona del Ejercito Paraguayo
Por Decreto Episcopal, Monseñor Emilio Sosa Gaona nombró a María Auxiliadora Patrona del Chaco Paraguayo, Protectora del Ejército y Centinela de nuestra soberanía. Fueron entregadas 74.000 medallas de María Auxiliadora a los defensores del Chaco Paraguayo.
Milagro de María Auxiliadora en el Chaco Paraguayo
Estando nuestros soldados por morir de sed, cansados y agotados por la dura marcha, una hermosa y resplandeciente Señora se apareció a uno de sus hijos que la invocaba: “Che memby, pepe oi y” (“Hijo mío, allí hay agua”), señalándole con el índice el lugar. El agonizante soldadito, abriéndose paso entre la maraña, encontró la aguada. A sus gritos acudió toda la tropa, saciando su fe. Era el 24 de mayo de 1934, y la aguada se llamó “María Auxiliadora”