La imposición de la precandidatura de Roberto González Vaesken a la intendencia de Ciudad del Este dividió a la base de Honor Colorado en la capital de Alto Paraná. El exgobernador, al parecer, pensó que, teniendo la bendición de Horacio Cartes, los dirigentes republicanos se enfilarían como velas hacia él, pero no fue así. Todo lo contrario. Y mientras el cartismo más se divide, González Vaesken no da la cara, sigue en silencio. El argumento es que supuestamente su padre está enfermo.
Exponentes del cartismo en Ciudad del Este indican que la precandidatura de González Vaesken no está convenciendo a nadie; y en lugar de solidificarse, cada vez más se diluye.
Indicaron que el propio no hace nada para unir al movimiento. No sale a dialogar con los dirigentes. Para muchos, González Vaesken no tiene olor a pueblo.
Para colmo, su hermano, que estaba propiciando que su hermano sea el precandidato por Concordia Colorada, resulta que comenzó a cañonear a los Zacarías, generando más roncha y división.
Algunos nostálgicos y los voceros de González Vaesken tratan desesperadamente de sostener la precandidatura del mismo, pero el exgobernador ni se hace mostrar, se mantiene en silencio, y las pocas veces que habló en los medios independientes, solo habló de encuestas. Nada de salir y reunirse con las bases republicanas en Ciudad del Este.
Pero no es solamente el sector de los Zacarías quienes se estarían alejando de González Vaeskken; está haciendo lo mismo el equipo del cuestionado gobernador, César Landy Torres, y de la narcodiputada, Liz Acosta.
Si González Vaesken no sale de su “nido” y comienza una fuerte ofensiva buscando unir a los cartistas, su precandidatura está llamada al fracaso, aseguran los propios colorados esteños, quienes también le cuestionan su falta de críticas al intendente separado del cargo por corrupción, Miguel Prieto Vallejos.