Contrabandistas con la anuencia de funcionarios de Puertos, de Aduana, y la Marina, habilitaron un puerto paralelo al que existe oficialmente allí el paso de mercaderías ilegales.
El puerto clandestino estaba casi a lado del legalmente habilitado en la zona de Tres Fronteras en Presidente Franco. Durante la Semana Santa allí se registro una intensa actividad. Llegaban una gran cantidad de mercaderías, entre las que se pudo observar están bebidas y pollos.
Las cargas llegaban en canoas. Lo que no se pudo verde es desde donde llegaban las embarcaciones, si eran desde el Brasil o la Argentina.
Los funcionarios de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), de la Dirección Nacional de Aduanas, y de la Armada Nacional, se limitaban en observar la actividad ilegal a orillas del río Paraná, sin intervenir.