Un abogado violento y abofeteador de mujeres, ahora un anestesista planillero, cuya irresponsabilidad “criminal” le costó la vida a una niña. Son los protegidos del gobernador de Alto Paraná, César Landy Torres, y su esposa, Mirna Wolf. Landy Torres, ya salpicado por las denuncias de corrupción, también se lo acusa de extender un manto de impunidad sobre cuestionadas personas, pero esta vez las cosas fueron lejos de más y costó una vida.

Landy Torres, Noelia Torres, Mirna Wolf, Arnold Ramírez.
El primer caso de protección de Landy Torres y su esposa fue del abogado abofeteador. Se trata de Walter Acosta, quien fue asesor jurídico de la Junta Municipal de Santa Rita, cuando Landy era el intendente. Este profesional agredió a una funcionaria del INTN cuando realizaba su trabajo. Emitieron un video donde en ningún momento mencionaron el nombre del violento abogado.
Pero ahora la cosa es mucho más grave. Se perdió una vida.
Es el caso del anestesiólogo Jorge Ortíz, cuya criminal irresponsabilidad le costó la vida a una niña.
Para entender cómo viene la protección de Landy Torres y su esposa para el mismo, podemos decir que la directora de la X Región Sanitaria, Dra. Noelia Torres, quien es cuñada del secretario del Gobernador, Arnold Ramírez (también presidente de la seccional 214). La doctora Torres está en el cargo por cupo político del gobernador, y ambos protegen al anestesiólogo, quien también es planillero.
Mientras Ramírez, es precandidato a intendente de Franco, de la mano de Landy Torres.

José Ortiz.
Hasta el momento, lo único que pasó es la renuncia al cargo de la directora del Hospital Regional de Presidente Franco, Dra. Marta Sosa, donde ocurrió el hecho.
Si bien la Dra. Sosa manifestó que había comunicado a sus superiores que el protegido de Landy Torres y su esposa no cumplían su horario de trabajo, estos habrían hecho caso omiso a tal situación que luego generó una tragedia en citado nosocomio.
Sin embargo, dadas todas las circunstancias y hechos, la Dra. Noelia Torres sigue en su cargo y no habría indicios de que fuera por lo menos cuestionada.
De acuerdo a lo que publica TN Press, hay documentos que se refieren a la conducta reiterativamente irresponsable del anestesiólogo Jorge Ortíz, cuya ausencia el viernes de la semana pasada derivó en el fallecimiento de un bebé en el vientre de su madre en el Hospital de Presidente Franco.
El anestesiólogo Ortíz casi siempre faltaba, o llegaba tarde, o se retiraba más temprano de sus guardias, y eso ya había traído problemas para otras cirugías programadas y de urgencia en el centro asistencial, pero finalmente el ministerio de Salud decidió por destitución de la directora, Dra. Martha Sosa, quien había informado convenientemente sobre esta gravísima irregularidad.
Sin embargo, sus informes habían sido criminalmente “cajoneados” por sus jefes, quienes así incurrieron en una grave omisión para proteger al médico planillero, y finalmente optaron por sacar a la Dra. Martha Sosa, “soltando” la cuerda en la parte más fina.
Por ejemplo, el 18 de marzo, la Dra. Martha Sosa informó sobre las ausencias del anestesiólogo Jorge Ortíz a su superior inmediato en la Fundación Tesãi, el Gerente Técnico Aristídes Cañete, indicando que ya ha llamado la atención en forma verbal y por nota al controvertido médico, pero aún no mejoró su conducta.
La directora del Hospital Distrital de Presidente Franco insistió entonces el 27 de marzo ante el Dr. Aristídes Cañete, ya solicitando la rescisión de contrato del Dr. Ortíz, pero aun así no tuvo respuesta. Ante esta falta de respuesta, el 31 de marzo, la Dra. Martha Sosa informó de la grave situación a la directora de la 10.ª Región Sanitaria, Dra. Noelia Torres, adjuntando incluso informes internos y los términos de una entrevista con el anestesiólogo sobre sus reiteradas faltas, y aun así, nada hicieron para sacarlo.
Lo cierto es que, ante estos graves hechos, el Ministerio de Salud decidió por la destitución de la directora que denunció al anestesiólogo planillero, mientras que, quienes debían corregir esta conducta siguen en sus cargos a pesar de haberse llamado a silencio ante las graves denuncias.