El traficante brasileño, Elton Leonel Rumich da Silva, “GALAN”, fue detenido en Brasil. El mismo es presentado como líder del Primer Comando Capital (PCC), pero los agentes policiales brasileños dicen que el mismo también tiene relación con el Comando Vermelho (CV). Esto lo convierte en un proveedor “freelance” de las dos mayores facciones criminales del país vecino. También estuvo relacionado con los mayores jefes del tráfico en la frontera que son Jarvis Chimenes Pavão y Luiz Carlos da Rocha, alías «Cabeza Blanca», ambos presos.
Considerado uno de los principales traficantes en la frontera de Brasil con Paraguay, Elton Leonel Rumich da Silva, “GALAN”, de 34 años, es conocido entre agentes policiales de ambos países por sus métodos violentos, considerados «sucios» incluso en el mundo del crimen, y tiene una lista de asesinatos y venganzas atribuidos a él en territorio paraguayo. Galán fue sorprendido y atrapado por agentes de la Comisaría Especializada en Armas, Municiones y Explosivos (Desarmado) de la Policía Civil de Río de Janeiro, mientras hacía un tatuaje en Ipanema, en la Zona Sur, de Río, en la noche del martes.
Policías escuchados por periodistas del diario O GLOBO afirmaron que el criminal es sanguinario y que sus acciones generalmente causan «daños colaterales», como la muerte de inocentes. Galán tiene dos órdenes de arresto en Paraguay, una por la muerte de Jorge Rafaat Toumani, quien era considerado uno de los jefes del tráfico en la frontera hasta 2016, y otra por el asesinato de Willian Giménez Bernal, como venganza a un intento de asesinato que sufrió. Ambos están relacionados con la disputa por territorio en el tráfico de drogas entre los dos países.
De acuerdo con los investigadores, Galán tenía una relación estrecha con una de las principales facciones brasileñas, el Primer Comando de la Capital (PCC), aunque existían informaciones conflictivas sobre si el traficante sería o no un miembro efectivo de la facción. En principio, agentes que actúan en la frontera creen que actuaba como una especie de «freelancer» con autorización del PCC para actuar en la frontera. Además, también tendría conexiones antiguas con otra facción, el Comando Vermelho (CV), que adversario del PCC. El foco de su actuación era la venta de drogas para el Río y el interior de São Paulo, sobre todo la región de Taubaté.
Según el Ministerio del Interior de Paraguay, Galán era el narcotraficante más buscado en el país vecino. Él entró en el radar de las autoridades paraguayas en junio de 2016, cuando fue señalado como el mandante del asesinato de Rafaat. Las investigaciones muestran que, para ese crimen, Galán se alió a otro barón de las drogas de Paraguay, Jarvis Chimenes Pavão.
Cercado de seguridad y dentro de un coche blindado, Raffat fue asesinado el 15 de junio de 2016 con tiros de una ametralladora antiaérea, calibre .50, de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. La emboscada fue armada en la calle, después de que la víctima dejó su tienda de neumáticos en Pedro Juan Caballero.
La asociación entre Galán y Pavão no duró mucho tiempo. Uno de los principales empleados de Pavão, William Bernal, es sospechoso de haber organizado el ataque a una casa nocturna de Pedro Juan Caballero el 24 de julio de 2017 que tendría Galán como blanco. El traficante brasileño logró huir, pero el ataque dejó un saldo de cuatro muertos y 11 heridos.
Bernal murió en octubre, en un atentado que, según fiscales promotores paraguayos, fue hecho a mando de Galán. Así como sucedió con Rafaat, los criminales hicieron una emboscada y rodearon la camioneta de Willian, en Asunción, usando fusiles para alcanzarlo. Los disparos también mataron al hijo de cinco años de la víctima.
Galán divide el tráfico en Paraguay con los grupos de otros dos traficantes de gran escala. Además de Pavão, que fue extraditado a Brasil en diciembre del año pasado y enviado a la cárcel federal de Mossoró, otro jefe del tráfico en la frontera es Luiz Carlos da Rocha, alías «Cabeza Blanca», preso en julio del año pasado por la Policía.
El propio PCC también es un importante actor del tráfico en la frontera. Según investigadores, como organización, la facción es la que posee la mayor estructura y volumen en el tráfico de marihuana y cocaína. Ahora, busca hegemonía en la frontera. La relación entre esos líderes, sin embargo, es bastante delicada.