En la denuncia que presento el Ministerio Público Federal del Brasil contra el traficante Antonio Joaquim Mendes Gonçalves da Mota, del Clan Mota, más conocido como “DOM”, se señala que se formó un consorcio de traficantes en la frontera Paraguay-Brasil. Indica que el mencionado clan se unió al de Sérgio de Arruda Quintiliano Neto, el «Minotauro» y al de Caio Bernasconi Braga, el «Fantasma de la Frontera». El citado “DOM” se fugo recientemente supuestamente con la ayuda de la Policía paraguaya, según los brasileños.
El Ministerio Público Federal (MPF) del Brasil envió una denuncia a la Justicia brasileña donde detalló la relación de Antonio Joaquim Mendes Gonçalves da Mota (Clan Mota), conocido como “Motinha” o “Dom”, con dos de los más poderosos narcotraficantes que operan en la línea fronteriza entre Brasil y Paraguay. Solo este año, Motinha escapó dos veces a los intentos de captura por parte de las autoridades de seguridad.
Según datos del operativo «Hélice» de la Policía Federal, desde hace al menos 8 años existe un consorcio del «Clan Mota» junto a nombres como Sérgio de Arruda Quintiliano Neto, el «Minotauro» y su mano derecha, Caio Bernasconi Braga, el «Fantasma de la Frontera».
Para la Policía Federal, el Clan Mota constituía una organización criminal que movía toneladas de cocaína desde Paraguay a puertos brasileños, a través de las rutas de tráfico de Mato Grosso do Sul, frontera con el Paraguay, y luego a Europa.
La organización liderada por los traficantes involucró el “uso de armas de fuego, contó con la ayuda de funcionarios públicos y mantuvo conexiones con otras organizaciones criminales”, según la denuncia del MPF.
El MPF señala que el grupo de delincuentes existe, al menos, desde mediados de 2015. Uno de los denunciantes de la organización fue el expiloto del Primer Comando Capital (PCC), Felipe Ramos Morais -muerto en un enfrentamiento con la policía- en febrero de este año.
En testimonio al MPF en Ponta Porã, Brasil, Morais recordó la ocasión en que pasó la noche en la estancia “Buracão”, perteneciente al Clan Mota, en 2018, para “concretar futuros negocios relacionados con el tráfico”. La propiedad se encuentra junto a la finca de Minotauro y su esposa, María Alciris, en Pedro Juan Caballero, Paraguay. Maria Alciris o Marite sería la administradora del negocio criminal de su marido, dice la denuncia.
Además de Bernasconi y Minotauro, Dom y su padre, Antonio Joaquim da Mota, conocido como Tonho da Mota, también participaron del encuentro. La noche de negocios fue regada con un asado con carne de la estancia del patriarca de la familia Mota, dijo Felipe.
Además de exponer la relación de Dom y su padre con los dos narcotraficantes, en la denuncia de 444 páginas, el MPF también analiza cuándo las actividades delictivas del Clan Mota entraron en el radar policial, a mediados de 2017.
A través de mensajes, documentos, informes y consultas de la Policía Federal, el Ministerio Público Federal rastreó la conexión del clan con otros jefes, familias y otros miembros de organizaciones criminales en la región fronteriza de Brasil y Paraguay, en la frontera con Mato Grosso do Sul.