Una escena digna de una novela policial sorprendió a vecinos y autoridades en la noche del martes, cuando Blanca Estelvina Anzuategui (28) fue encontrada en un pantanal, semiatada y desorientada, a escasos metros de la transitada avenida Monday, en Presidente Franco.
Una vecina de la víctima recibió una llamada de ella diciéndole que fue raptada y que avise a su esposo, quien también dio aviso a la policía de forma inmediata.
Mientras los agentes hablaban con el esposo de Blanca, recibió una llamada de parte de la mujer. Con voz agitada, le informó que había sido abandonada en una zona boscosa y húmeda, cercana al conocido Motel Panky. La policía se dirigió al lugar y la halló tendida en el barro, con las manos atadas al frente y los pies parcialmente inmovilizados. Fue trasladada de urgencia al Hospital Regional de Ciudad del Este, aún en estado de confusión.
Poco a poco, la historia empezó a mostrar inconsistencias. Según la mujer, tres personas la habrían llevado por la fuerza desde su propia casa. Pero la escena en su vivienda no respaldaba esa versión, al no haber signos de violencia; los portones estaban cerrados con llave y las cámaras de seguridad del lugar se apagaron justo a la hora en que habría ocurrido el supuesto rapto.
Otro detalle que encendió las alertas fue el estado en que se encontró a la joven. Si bien estaba acostada en una zona pantanosa, sus pertenencias, incluido el celular, la ropa y su bolso, estaban secos. Un dato difícil de explicar si realmente había sido arrastrada o arrojada al lugar por terceros.
La forma en que estaba atada también llamó la atención, con las manos hacia el frente, lo que podría permitir que se haya atado por sí misma o que la maniobra no tuviera la intención real de inmovilizarla.
Días atrás, Blanca había denunciado una mordedura de perro y, según relató, recibió amenazas por parte del dueño del animal para que no continuara con el proceso legal. Para los investigadores, esta situación no puede descartarse como posible desencadenante del episodio.
Sin embargo, la posibilidad de que se haya tratado de una simulación de hecho punible, tal vez motivada por presión psicológica, miedo o incluso una crisis personal, no se descarta.
La fiscal interviniente, Viviana Sánchez, prevé tomar su testimonio en las próximas horas, una vez que los médicos lo consideren pertinente. Mientras tanto, los agentes revisan registros de cámaras cercanas, toman declaraciones de vecinos y analizan cada detalle del caso.












