Los aspirantes a cargos electivos en el movimiento Honor Colorado, evitan a la aspirante a diputada, Liz Acosta, vinculado a una banda de narcotraficantes en la frontera. El precandidato a gobernador, César Landy Torres, es uno de los que más mantiene distancia de la misma, pero sin embargo mantener a la misma en el cartismo hace que dicho movimiento siga manchando con la narcopolitica.
Los cartistas desde hace un tiempo están evitando que Liz Acosta, aspirante a la Cámara de Diputados, aparezca en actos públicos junto a los otros precandidatos y en especial junto a “Landy” Torres, quien quiere ser gobernador, pero su figura viene siendo muy cuestionada.
La misma usa fotos de archivo en las redes sociales, junto a Landy Torres, y se saca fotos en lugares que no son públicos, como en locales comerciales.
Landy no publica fotos con Liz Acosta.
Liz Acosta es la figura que representa a la narcopolitica, que está metido dentro de Honor Colorado. Pero la misma sigue con su precandidatura lo que hace que dicho sector interno de la ANR siga manchado en la fase final de la campaña proselitista.
Los propios dirigentes de Honor Colorado indican que Liz y sus vínculos con una banda de narcotraficantes de la frontera perjudica menormente la campaña de HC, pero su nombre fue impuesto desde la cúpula y por eso se mantiene.
En las primarias del próximo 18 de diciembre los afiliados colorados deben decidir si castigan a la misma o le dejan seguir en su camino hacia la Cámara Baja.
Por ahora los dirigentes cartistas de la zona decidieron que la misma se aparte para no seguir perjudicando especial al aspirante a gobernador, y que la misma haga su propia campaña proselitista.