Antes mismos de sentarse bien en su sillón en el despacho de la Intendencia, la liberal, María Portillo, ya fue susurrada en el oído por el asesor planillero, Dani Mujica. Poco después ya se anunciaba que harán un préstamo bancario de G. 15 mil millones, supuestamente para que la comuna vuelva a funcionar. Caso que ellos mismos crearon. Parte de esa plata sería para pago de salario a los hurreros políticos. Lo que es totalmente ilegal; ni con la aprobación de la Junta Municipal se puede hacer eso.
Hacer un préstamo es solo para ejecutar obras o alguna inversión y nunca para gastos corrientes o rígidos. Prestar dinero de un banco significa, por un lado, hipotecar las futuras recaudaciones, inclusive la de otra administración, recordando que María va a estar solo 3 meses en el cargo. Además, tiene un costo que se llama interés, y quien paga ese interés. Sí, el pueblo.
¿Pero en qué realmente van a usar la plata…?
De acuerdo a los datos divulgados por los voceros del Clan Prieto, la intendenta interina de Ciudad del Este, María Portillo (PLRA), anunció que una de sus primeras acciones al frente de la comuna será gestionar un préstamo financiero que oscilaría entre 10.000 y 15.000 millones de guaraníes, con el objetivo de saldar deudas urgentes y normalizar la situación financiera de la municipalidad.
No dice específicamente cómo van a usar esa tremenda cantidad de plata.
Portillo explicó que esta medida busca garantizar el cumplimiento de las obligaciones salariales y operativas, y evitar que la institución quede inhabilitada para recibir recursos del Fonacide y las compensaciones por royalties, que son vitales para obras y servicios públicos.
Y qué tiene que ver un préstamo bancario, con intereses, con los desembolsos del Estado paraguayo en los concejales mencionados. Es un argumento traído de los pelos. El préstamo es con un olor nauseabundo.
El préstamo sería solicitado a través de una entidad bancaria y deberá ser aprobado por la Junta Municipal. Todos los préstamos que realizan Prieto y Mujica son del Banco Continental, y, como dijimos, el interés lo paga el pueblo.