El tema del Anexo C, del Tratado de Itaipú es una cuestión política. Dependen de decisiones políticas y no jurídicas, económicas, o diplomáticas. Cabe recordar que son los Estados quienes deben negociar y deben pasar el filtro de los Congresos de ambos países. Si no surge un nuevo acuerdo, en 2024 los brasileños van a exigir que el costo de la energía baje a 12,77 dólares. El resto de lo que hablan los actuales directores tanto brasileño como paraguayos es pura cortina de humo para justificar que seguimos recibiendo migajas.
Los dos directores generales de la Binacional hablaron con algunos periodistas, pero no dijeron nada concluyente, y menos aún interesante sobre lo que se viene en la Binacional. Por un lado, los brasileños van a exigir que la tarifa baje a 12,77 dólares, y así seguir quedándose con la mayor parte de la torta, mientras a nosotros nos van a seguir dando migajas.
Cuando vamos a tener directores y consejeros que se pongan los colores patrios y defiendan nuestros intereses. Cuando estaba el precio en 22,60 dólares la posición paraguaya debió ser. Si quieren que baje negociemos primero un nuevo Anexo C. No se puede. Entonces cuando se pueda se negocia y se baja o se mantiene el precio de la energía.
Para ver como los directores de ambos lado levantan cortina de humo sobre la situación en la Binacional lean el informe oficial sobre la reunión de prensa a ver si encuentran algo de interesante en ella.
Tras el acto de conmemoración de los 50 años de la firma del Tratado de Itaipu, llevado a cabo este miércoles 26 en el Edificio de Producción de la Central Hidroeléctrica, los directores generales, Manuel María Cáceres, de Paraguay; y Enio Verri, del Brasil; en conferencia de prensa realizada al término del acto, se refirieron, entre otros puntos, acerca de los desafíos que se tienen por delante de cara a la próxima revisión del Anexo C del Tratado, cuyo plazo se cumple el 13 de agosto próximo.
Al respecto, ambos directores coincidieron en que se deberá negociar un acuerdo que fije las metas para los próximos 50 años, tal como se hizo cuando se firmó el Tratado original.
El director Verri indicó que su expectativa para dicha negociación es la continuidad de la asociación reflejada en estos 50 años, lo que se traduce en mucho diálogo, muchas acciones conjuntas y también mucho compromiso de ambas partes. “Tenemos diferentes países, a veces con necesidades muy similares en algunos aspectos, y otras no tanto. Así que esperamos continuar este trabajo a partir de agosto con mucho diálogo”, acotó.
Respecto a los términos que podrían ser abordados en la revisión, Verri señaló que, precisamente, lo que se debe acordar es qué será modificado y qué no se cambiará. “Tenemos que mirar esto para los próximos 50 años; debe reflejar la agenda económica que está en el Anexo C. Entonces, yo diría que la agenda más importante, que de hecho vamos a discutir, es la agenda económica. Y ahí entra la política de precios que vamos a aplicar, cuál va a ser nuestra relación con el mercado, qué tipo de alianzas vamos a construir. Del lado brasileño tenemos ese compromiso de mucho diálogo”, reiteró.
Por su parte, el director general paraguayo de Itaipu, Manuel María Cáceres, aclaró que se tiene en puerta las elecciones generales en Paraguay y, por tanto, habrá una nueva administración que va a ser la encargada de acompañar las negociaciones. “Independientemente de eso, Itaipu, como tal, no es parte del equipo negociador, nosotros damos el apoyo técnico y lo que hemos hecho dentro de la Cancillería paraguaya es llamar a un grupo de referentes de todos los sectores políticos y la sociedad civil, de donde surgieron conclusiones y también hay recomendaciones. Esos documentos han sido compartidos y están en la página web de la Cancillería”, precisó.
Con respecto a lo que se viene para Itaipu, los directores generales resaltaron el último acuerdo alcanzado para establecer el Costo del Servicio de Electricidad o tarifa, puesto que esto permitirá a la Entidad obtener recursos adicionales para encarar inversiones en el marco de su misión de Responsabilidad Social y Ambiental.
Sobre este punto, el director Verri resaltó que los beneficios de la Entidad abarcarán a más de 399 municipios del Estado de Paraná y cerca de 50 municipios de Mato Grosso do Sul, ciudades que se encuentran en el área de influencia de la hidroeléctrica.
“La misión de Itaipu establece que su papel es producir energía limpia y de calidad, pero también, que tenemos una política social, ambiental y, finalmente, de infraestructura. Y mantendremos ese orden. Estamos configurando ese proceso”, comentó.
Ambos directores fueron consultados sobre la posibilidad de incorporar proyectos relacionados con el uso de energía solar más adelante. El director Cáceres comentó que hay iniciativas de explorar fuentes de energía alternativa que ya están en curso. A su turno, el director de la margen brasileña mencionó que Itaipu puede apoyar proyectos de implantación de energía solar en municipios, entre otros.
Verri agregó que se necesitará igualmente una fuente de financiación, y que el tema será parte de la agenda y del diálogo permanente que se va a tener en la búsqueda de soluciones para producir no solo energía proveniente del recurso hidráulico, sino también aprovechar el embalse para tener fuentes adicionales.