El brasileño, Cleiton Juliano de Oliveira, quien se hace llamar «Barao», dijo que él tuvo autorización municipal, de la Fiscalía, de la Policía y de Delitos Económicos para cerrar la avenida Del Lago y organizar una farra. Todos negaron haber dado una autorización absurda como esa, menos la institución municipal a cargo de Miguel Prieto Vallejos. El extranjero admitió, burlescamente, que violó la Constitución Nacional de la República del Paraguay, y otras normas legales.
El brasileño, dando a entender que tiene impunidad, dijo que, si él violó alguna norma legal, entonces que se los procese, pero aseguró que él tuvo autorización para impedir la libre circulación por la avenida del Lago y emitir polución sonora.
Explicó que él tuvo autorización municipal, de la fiscalía, de la Policía y de delitos económicos de la Policía. «Yo tengo las autorizaciones», aseguró el extranjero quien dijo ser el dueño de Distrito Cervecero.
Cleiton Juliano de Oliveira, quien se hace llamar “Barao”
Hemos consultado con el director de la Policía Nacional, comisario Feliciano Martínez, y dijo que él no estuvo por la zona el pasado fin de semana, y que no tiene nada ver. Pero la comisaria jurisdiccional, comisaria primera, confirmó que recibió una nota informando que el intendente Prieto autorizó el cierre de la ameniza y la polución sonora.
O sea, la Policía no dio ninguna autorización a Cleiton Juliano de Oliveira.
Hemos igualmente preguntado a Contra Delitos Económicos de la Policía Nacional, cuya sede está en el barrio Ciudad Nueva, y nos dijeron que no tienen potestad de habilitar o clausurar un evento. O sea, también mintió «Barao». Pues no le dieron ninguna habilitación.
Extraoficialmente desde el Ministerio Público, nos dijeron que es un absurdo eso, y que el fiscal adjunto, Jorge Sosa García, no puede estar respondiendo algo tan absurdo como esto. O sea, tres mentiras, al hilo.
Pero no tuvimos respuesta de la Intendencia Municipal. En la Junta Municipal donde podría haberse generado algún permiso como eso, dijeron que no había nada.
Es lamentable como un empresario brasileño viene a burlarse de las normas legales del país; se burla de los ciudadanos porque tiene dinero. Comete este tipo de abuso y después descaradamente amenaza por que esto se publica en los medios de prensa.
