El diagnóstico a tiempo de la diabetes es clave para mantener una calidad de vida normal. Si esta dolencia crónica no se trata a tiempo deriva en complicaciones como enfermedades del corazón, riñones, problemas en los pies, ceguera, entre otros padecimientos. Por ello, desde la cartera sanitaria se insta a modificar los hábitos alimenticios y de sedentarismo para evitar la predisposición a contraer la enfermedad.
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles de glucosa (azúcar) elevados en la sangre, de manera persistente, debido a que la insulina no se produce por el páncreas, o no funciona adecuadamente. Datos que arroja la Segunda Encuesta Nacional sobre Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles señala que la prevalencia de esta dolencia en la población adulta paraguaya (18 a 69 años) es del 10,6%.
Se vuelve fundamental reconocer de manera temprana los factores de riesgo y así prevenir el desarrollo de la enfermedad. Los niños, adolescentes y adultos que presenten disminución de peso, orina frecuente, sed intensa deben consultar de inmediato para confirmar o descartar la diabetes tipo 1. En el embarazo, la glucemia debe ser controlada desde la primera consulta prenatal.
Las personas con mayor riesgo a desarrollar la enfermedad son las que tienen familiares con diabetes, obesidad y/o no realizan actividad física. Ayuda a la prevención de la diabetes tipo 2 el adoptar un estilo de vida saludable.
La práctica de hábitos saludables puede modificar los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad, que puede afectar a personas de cualquier edad. Por eso es importante incorporar a la vida cotidiana las siguientes recomendaciones:
Comida saludable
– Los carbohidratos complejos (arroz, fideo, papa, maíz, mandioca o batata) no se deben mezclar en un mismo plato, y su consumo solo debe ser una vez al día.
– Evitar acompañar las comidas principales con panificados, mandioca, batata, mbeju o chipa.
– Incorporar hasta 3 frutas diferentes en el día, y en diferentes horarios, preferentemente crudas y con cáscara, evitando jugos, compotas, ensaladas de frutas o frutas en almíbar. Frutas como 1/2 aguacate, 1 mango chico y 8 uvas pueden ser parte de la dieta de una persona con diabetes, con buen control una vez por semana.
– Consumir, como mínimo, 2 a 3 litros de agua por día (8 a 10 vasos).
– Un plato saludable debe tener la siguiente distribución: ½ plato de vegetales (1 cucharada sopera de aceite) + ¼ proteínas + ¼ hidratos de carbono.
Práctica de actividades físicas
-Aumentar el tiempo activo, aprovechando el uso de bicicletas o caminatas, para trasladarse, siempre que sea posible.
-Disminuir al máximo el tiempo sentado en el trabajo, en la casa o en reuniones.
-Realizar actividad física de 30 a 60 minutos al día, 5 veces por semana.
-Combinar actividad aeróbica (cardio) y ejercicios de fuerza muscular. (✍? Ministerio de Salud)