Un hombre y una mujer, ambos paraguayos, fueron detenidos este sábado en Puerto Iguazú, Argentina, poco después de que el vehículo en el que estaban haya bajado de la balsa, que salió de la ciudad de Presidente Franco. Los funcionarios aduaneros fueron «alertados» por un fuerte olor a pintura en el rodado con chapa paraguaya. Cuando verificaron minuciosamente el automóvil, cuya chapa nos se dio a conocer, encontraron la droga. La identidad de los dos aprehendidos tampoco fue divulgada, pero los dos podrían ser condenados a 12 años de cárcel.
El procedimiento tuvo lugar en Puerto Iguazú y los ocupantes del vehículo proveniente de Paraguay habían asegurado que iban de paseo a las Cataratas. Los agentes de la Aduana percibieron olor a pintura fresca al inspeccionar el baúl del rodado y decidieron profundizar el control; allí encontraron el cargamento de droga.
Agentes especializados de la Aduana desarticularon una maniobra de contrabando de casi 40 kg de cocaína por parte de dos ciudadanos paraguayos, que intentaban ingresar la droga a la Argentina oculta en el chasis de un automóvil. Los hechos se dieron en Puerto Iguazú, en la frontera con Paraguay, y culminaron con la detención de los dos ciudadanos del país vecino.
El procedimiento comenzó cuando una balsa proveniente de Puerto Presidente Franco, Paraguay, arribó al Puerto Fluvial Iguazú luego de atravesar el Río Paraná.
El personal de la Aduana comenzó a inspeccionar los vehículos que se encontraban a bordo de la embarcación y le hizo las preguntas de rutina a los ocupantes de un automóvil de dominio paraguayo. Las dos personas, un hombre y una mujer, eran ciudadanas del país vecino y aseguraron: «No traemos nada para declarar; solo venimos por un ratito a pasear a las Cataratas».
No obstante, los agentes de la Aduana procedieron a revisar el rodado y percibieron un intenso olor a pintura fresca en el baúl. Ante ello, profundizaron el control y advirtieron elementos que no correspondían al diseño original del vehículo: retiraron el paragolpes trasero y descubrieron un agujero en la estructura del chasis. En efecto, en su interior había 37 bultos rectangulares con un logo impreso que leía «GTI».
Inmediatamente, el personal de la Aduana dio aviso a la Justicia: intervino el Juzgado Federal de Eldorado, en manos del Dr. Miguel Ángel Guerrero. Retiraron la totalidad de la mercadería irregular del automóvil y sometieron el contenido de los ladrillos a narcotests de campo, que arrojaron resultado positivo al reactivo de cocaína.
El pesaje dio un resultado de 39,88 kg, por lo que se estima que el valor de la droga asciende a 768 millones de pesos argentinos. El juzgado instruyó el secuestro del vehículo y la detención, tanto del conductor como de su posible cómplice, por tentativa de contrabando calificado de importación de estupefacientes. En términos del artículo 866 del Código Aduanero, podría caberles una pena de hasta 12 años de prisión.
Con información de El Territorio