La Justicia Electoral, la Cámara de Diputados o el Ministerio del Interior deberían enviar a alguien para avisar a los concejales municipales de Ciudad del Este, especialmente a los rastreros, que ellos no están bajo intervención. Ellos son legislativos, y la intervención fue contra el ejecutivo, o sea, Miguel Prieto, separado del cargo por corrupción. Los ediles rastreros, quienes según la Ley son contralores, en forma grosera defienden lo que ellos deberían estar cuestionando. En un diario digital de Asunción titularon: “Esto responden los concejales municipales a los nuevos cuestionamientos del interventor de la Municipalidad de Ciudad del Este”. Los concejales responden. ¿Y no leen la Ley Orgánica Municipal?
Para colmo, los concejales rastreros, quienes responden a los cuestionamientos del interventor Ramón Isidro Ramírez, lo hacen en forma grotesca. O sea, al solo efecto de buscar confundir a los ciudadanos. No muestran un solo documento. Nada. Ni ellos ven los documentos de Prieto. Mientras los cuestionamientos de la intervención son con documentos.
Los concejales piensan que la ciudadanía sigue comiéndose vidrio y van a creer en ellos, que solo hablan sin mostrar documentos. Mientras del otro lado muestran los documentos que van confirmando el descarado robo al municipio.
Uno de los puntos es el boicot, que sigue, pero que los concejales, sí, los concejales, niegan. El presidente de la Junta Municipal, Sebastián Martínez, el mismo que tiene dos imputaciones por robo en pandemia, dijo que tal cosa es así que es imposible que los documentos estén en su solo lugar. ¿Y si no están en el edificio de la Intendencia Municipal donde están los documentos, en la casa de Prieto, de los concejales o en el vertedero?
Sobre el robo con el combustible, la concejal rastrera y chatarrera, Alison Anisimoff, dijo que ellos gastan un poco menos de los Zacarías. Dijo que todo el combustible se usa en la Planta Asfáltica, que cuando instalaron prometieron hacer un kilómetro de asfalto, sí, un kilómetro de asfalto, y no de betunado, por día. Si cumplieran esto, gran parte de Ciudad del Este ya debió estar todo asfaltado. Pero hasta hoy se sigue esperando.
SOLO SE REVELAN:
Sobre el combustible ticket de G. 800.000 para hacer solo 50 kilómetros, Anisimoff dio una explicación grotesca. Dice que después se sigue usando. O sea, usa su papá, su hermano, su vecina, los burros, las amantes, las duras, y por allí la lista es bien larga.
Y por último. Las cajas chicas que fueron habilitadas por Prieto se usan para bocaditos, gaseosas, helados, tereré, tereré rupa, pero el concejal rastrero, Víctor “viático” Torales, dijo que se usan para la gomería.
Los documentos muestran que las cajas chicas se usan para bocaditos, Torales, para justificar que la caja chica se usa para la gomería; mostró una pelota. No. No es broma. Vean las redes sociales.
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