El concejal rastrero Oscar “Café” González amenazó con una “guerra” al interventor de la comuna esteña, Ramón Ramírez, si siguen investigando a su patrón Miguel Prieto Vallejos. Este edil es el mismo que fue a Egipto de luna de miel con su novia, una exfuncionaria municipal, pagado con dinero del pueblo. “Café” no quiere que los ciudadanos que denuncian a Prieto entren en la comuna, y le dijo que si lo sigue haciendo, ya no estará muy tranquilo haciendo su trabajo. Clarita, la amenaza. Y no es joda.
Sorprende la actitud floja del interventor para con Prieto y su patota de ladrones, quienes piensan que la ciudadanía sigue tragándose sus mentiras.
El concejal “Café” González lanzó una velada amenaza al interventor porque este no dejó que las concejales rastreras, Alison Anisimoff y Valeria Romero, incidieran en una reunión de prensa, y por no evitar que ambas fueran abucheadas en la Intendencia Municipal cuando fueron a defender a su patrón y pareja, respectivamente.
El concejal rastrero exigió que se le prohíba el ingreso en la comuna a los ciudadanos que van a denunciar la corrupción de Prieto y los concejales.
Esto no es joda. Sucedió en plena sesión de la Junta Municipal.
Los concejales afines al intendente suspendido Miguel Prieto amenazaron abiertamente al interventor Ramón Ramírez durante una sesión extraordinaria de la Junta Municipal de Ciudad del Este, que se realizó este miércoles 9. Los legisladores se molestaron por los escraches y protestas contra sus compañeras Alison Anisimoff y Valeria Romero, ocurridos el lunes 7 pasado en un acto oficial, donde ambas fueron expulsadas tras cuestionar la gestión interventora.
Los ediles exigieron al interventor que detenga las manifestaciones ciudadanas y le advirtieron que, de no hacerlo, “perderá la paz y tendrá guerra”. El concejal Óscar González apuntó a un levantamiento popular contra Ramírez si no cede a sus demandas.
La ofensiva oficialista también incluyó pedidos para que el interventor investigue a comisiones vecinales que recibieron fondos municipales, presionando para que evite auditorías rigurosas que puedan afectar a aliados del exintendente.
Frente a la presión, Ramírez aseguró que su gestión será estrictamente técnica y objetiva, rechazando las intimidaciones.