El avión carguero iraní de la empresa EMTRASUR de Nicolás Maduro, pago una coima de 25 mil dólares para bajar en el aeropuerto Guaraní, y cada uno de los tripulantes, iraníes y venezolanos pagaron 1.500 dólares cada uno para que pueda salir del aeropuerto Guaraní, hospedarse en un hotel de lujo, y “visitar” la zona céntrica de Ciudad del Este. La aeronave y los tripulantes tenían problemas de documentación y estaban al mando de Gholamreza Ghasemi, quien es de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, grupo considerado terrorista.
El pago de 25 mil dólares para que el avión cuya documentación está en forma irregular baje al aeropuerto internacional Guaraní de Minga Guazú, Alto Paraná, fue abonado a funcionarios de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC).
Mientras funcionarios de Migraciones cobraron 1.500 dólares por cada uno de los tripulantes. Los venezolanos no tenían restricciones, pero si los iraníes, especialmente el piloto y jefe del grupo que es Gholamreza Ghasemi, quien es uno de los máximos exponentes de la denominada Guardia Revolucionaria Islámica, considerado grupo terrorista.
Además, Ghasemi, y los iraníes quienes estuvieron supuestamente turisteando en Ciudad del Este son considerados terroristas y traficantes de armas, de acuerdo a los EE.UU.
Siempre en base a los datos arrimados a esta página los iraníes y venezolanos se hospedaron en el hotel Dazzeler ubicado en el Km. 8 de Ciudad del Este.
De allí fueron a la zona céntrica de Ciudad del Este, supuestamente para realizar compras, pero nadie pudo saber qué es lo que compraron.
El mencionado Ghasemi es quien hizo toda la negociación y los pagos de las coimas, de acuerdo a una fuente que merece confianza.
El carguero iraní que esta al servicio de la empresa estatal que creo Nicolás Maduro en Venezuela quedo retenido en la Argentina.
Se informó que la aeronave de bandera venezolana y matrícula iraní pertenecía hasta enero a la empresa iraní Mahan Air, sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de los Estados Unidos. Los investigadores pusieron la mira en un vuelo realizado por esa aeronave el 13 de mayo entre Paraguay y Aruba. En ese caso, el avión declaró transportar un cargamento de cigarrillos valuado en US$ 755 mil.
Según el manifiesto del vuelo, publicado por medios paraguayos, fueron 7 iraníes y 11 venezolanos. Todos se alojaron en el hotel Dazzler de Ciudad del Este.
De los 7 iraníes, apenas dos coinciden con los tripulantes del vuelo a Ezeiza (Bs As), Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi.
Ghasemi también fue el piloto del vuelo a Buenos Aires. Según datos suministrados por agencias internacionales, es accionista y miembro de la junta directiva de la aerolínea iraní Qeshm Fars Air, sancionada por Estados Unidos. Antes fue presidente de Iran Naft Airlines, luego re-denominada Karun Airlines.
La aseguradora de la aeronave venezolana es una empresa iraní: RAZI INSURANCE CO.
En el vuelo que llegó a Ezeiza, viajaron cinco iraníes (Mohammad Khosraviaragh; Gholamreza Ghasemi; Mahdi Mouseli; Saeid Vali Zadeh; y, Abdolbaset Mohammadi) y 14 venezolanos. Algunos de ellos, según la información de inteligencia enviada a la Argentina, tendrían vínculos con la Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar.
Anoche, el juez federal Federico Villena confirmó la decisión del Gobierno de retenerle los pasaportes a los iraníes, aunque podrían irse del país en un vuelo de línea. Por el momento, la aeronave de Emtrasur seguirá retenida en el país.
El juez ratificó que la decisión de Migraciones de retener los pasaportes fue legal porque se basó en el artículo 35 de la Ley de Migraciones, que habla de una “sospecha razonable de que la razón esgrimida al ingresar podría no ser la real o verdadera“, explicó el magistrado.
El avión aterrizó el lunes pasado en el aeropuerto de Córdoba por la neblina que había sobre Buenos Aires, pero dos horas más tarde, a las 14.35, llegó a Ezeiza, donde lo estaban esperando. PSA, Aduana, Migraciones y la PFA, revisaron varias veces el avión. “Transportaba autopartes para una empresa automotriz. Se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada“.
El miércoles pasado, la aeronave intentó viajar a Uruguay para cargar combustible, pero ese país decidió cerrarle su espacio aéreo. Desde entonces, está parado en Ezeiza. YPF y Shell se niegan a venderle combustible por las alertas internacionales.