Un cliente de larga data de la empresa Telecel S.A. (Tigo), identificado como Arnaldo Maciel Pino, denunció haber quedado incomunicado durante casi un día entero, a pesar de haber realizado el cambio de su chip por un supuesto desperfecto. La prolongada interrupción del servicio, que le causó pérdidas económicas, expone a la compañía a posibles acciones legales.
Maciel Pino, cliente de Tigo por 10 años, acudió a la oficina regional el viernes 5 de diciembre a las 09:00 horas, tras quedar repentinamente sin señal. Una funcionaria en el box n.º 15 le aseguró que su chip estaba «quemado» por obsoleto, entregándole uno nuevo y prometiendo que el servicio se restablecería «en cuestión de minutos».
Sin embargo, a las 18:30 horas, el cliente seguía totalmente incomunicado, sin llamadas ni datos. El afectado calificó la situación como un trato negligente y una estafa al consumidor, alegando que la empresa está obligada por el Código de Defensa al Consumidor a garantizar la prestación del servicio mientras los pagos estén al día, como es su caso.
El cliente afirmó haber perdido varios negocios durante la jornada, ya que sus actividades laborales requieren comunicación constante, lo que representa un «perjuicio incalculable» y un incumplimiento contractual por parte de Tigo.
Además, Maciel Pino cuestionó la inconsistencia de la explicación, señalando que nunca fue advertido sobre un chip obsoleto. Ante la falta de una solución efectiva y una explicación convincente, el usuario analiza presentar:
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Una denuncia formal ante la Oficina Regional de Defensa al Consumidor.
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Una causa penal ante el Ministerio Público por lesión de confianza y estafa.
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Una demanda civil por daños y perjuicios contra Telecel S.A., alegando las considerables pérdidas económicas y el daño moral sufrido por la incomunicación.
Casos similares de fallas prolongadas tras cambios de chip o activaciones han sido reportados por otros usuarios en los últimos años. Al cierre de esta edición, el cliente seguía sin recibir una respuesta definitiva de la empresa.
