Mientras el intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto Vallejos, dilapida el dinero de los impuestos que pagan los ciudadanos en viáticos millonarios y en asesores planilleros, el sistema vial cada vez está peor. Por todos los lados hay baches. Y eso que la comuna tiene un bacheador de “oro” y una planta asfáltica. CDE está abandonada; esta es la denuncia de los pobladores, quienes cada vez pagan un precio alto por el elevado nivel de corrupción en la comuna esteña.
Vecinos hartos por la ineficaz gestión de Prieto y sus concejales rastreros llamaron y mostraron la destrozada situación en que se encuentra la calle Picuiba, cerca de la Plaza San Roque, que de paso debemos indicar que está totalmente abandonada y destruida.
El problema mayor está en el tramo entre las calles Manuel Ortiz Guerrero y Teniendo Facundo Almada, en el barrio Obrero. La arteria tiene empedrado, ya casi nada hay de la carpeta asfáltica.
Este es un claro ejemplo de cómo Ciudad del Este está abandonada por la administración municipal de Prieto y tiene el apoyo de los concejales rastreros, quienes deberían estar peleando por los derechos de los ciudadanos.
Prieto no tiene dinero para reparar estas calles, y son muchas dispersas por toda la ciudad abandonada.
Pero sí tiene dinero, dinero del pueblo, para pagar el sueldo de sus asesores como Alejandro Anisimoff, padre de la concejal rastrera y chatarrera, Alison Anisimoff; del exdiputado liberal Edgar Acosta; del exdiputado liberal Carlos Portillo, hermano de la concejal María Portillo; pagar viáticos millonarios al concejal Oscar “Café” González para irse de luna de miel con su nueva novia a Egipto; se llevó 32 millones de guaraníes.
Esta es la forma de gobernar de Prieto y sus secuaces.