El caso de espionaje al Gobierno de Paraguay por el caso del Anexo C de Itaipú quedará en secreto de Estado por 100 años, al igual que el caso del exjugador Ronaldinho, quien estuvo preso en nuestro país por tener una cédula falsificada. Hubo una minicrisis diplomática en dicha ocasión y existen 30 cartas diplomáticas cuyos contenidos se desconocen y están bajo secreto de Estado. La legislación brasileña establece que pueden ser revelados después de un siglo. Otros documentos permanecerán para siempre en secreto, como los archivos de la guerra y lo que dijo Jair Bolsonaro contra Paraguay y China.
El documento es confidencial, por lo que no será compartido con la opinión pública. Con esto, se reanudarán las negociaciones en torno al Anexo C de la Itaipú, suspendidas desde el 1 de abril pasado.
Esto mismo ocurrió cuando medios de prensa del Brasil pidieron copias de las 30 cartas diplomáticas intercambiadas por los gobiernos de Bolsonaro y Maria Abdo Benítez, por el caso del jugador Ronaldinho; hubo una crisis diplomática que no salió a la luz.
Pero el Palacio de Itamaraty negó las copias de las cartas indicando que son secretos de Estado y así se mantendrán por 100 años.
Pero otros casos, como lo que dijo Bolsonaro contra Paraguay y China en una reunión, quedarán para siempre en secreto, tal como lo resolvió el Supremo Tribunal Federal (TSJ) del Brasil.
El canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano recibió en Paraguay a su homólogo brasileño, Mauro Vieira, quien le entregó el informe confidencial sobre las acciones de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), realizadas entre junio de 2022 y marzo de 2023.
Tras el encuentro, ambos diplomáticos realizaron una declaración conjunta en la que destacaron que, a partir de ahora, se inicia una nueva etapa en las relaciones bilaterales entre ambos países.
No obstante, el documento remitido por el Gobierno del Brasil no será de acceso público, según anunciaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE).
Durante la reunión, el canciller brasileño brindó las aclaraciones solicitadas por el Gobierno paraguayo y lamentó el impacto de ese episodio en la relación bilateral. Asimismo, aseguró que el Gobierno brasileño está tomando todas las medidas necesarias para permitir la identificación de los involucrados y su responsabilidad judicial.
La prensa brasileña ya los identificó y ambos son funcionarios de alto rango y de la absoluta confianza del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva. Los mismos no serán sancionado, de acuerdo a lo que especula la prensa del país vecino. Ellos son el actual director de la ABIN, Luís Fernando Corrêa, quien fue el director de la Policía Federal durante el segundo mandato de Lula. Y el actual director de la Policía Federal quien es Andrei Augusto Passos Rodrigues.
Por su parte, el canciller Ramírez Lezcano, al recibir el informe y las explicaciones ofrecidas por su homólogo, manifestó que el Gobierno paraguayo daba por concluido el asunto.
Ambos ministros acordaron reanudar, en la primera quincena de diciembre de 2025, las negociaciones sobre la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, sobre la base del Entendimiento Bilateral de abril de 2024.
Asimismo, conversaron sobre posibles fechas para las visitas de los presidentes de Paraguay y Brasil, respectivamente, durante las cuales avanzarán las discusiones destinadas a elevar el nivel de las relaciones bilaterales.
PARA RECORDAR EL CASO RONALDINHO

Los medios de prensa del Brasil querían tener acceso a los 30 mensajes diplomáticos que se generaron entre las cancillerías de Paraguay y Brasil luego de que el jugador brasileño, Ronaldinho, haya sido detenido con documento falso en nuestro país. Pero los documentos se mantendrán en secreto por 100 años. Se reveló que el entonces ministro de Justicia, Sérgio Moro, intervino directamente. Lula prometió terminar con el secretismo, pero al parecer hay cosas que no quieren revelar, ¿qué serán?
Medios de prensa del Brasil dieron destaque a la negativa de revelar los entretelones del caso Ronaldinho y la intervención del gobierno del entonces presidente Jair Bolsonaro, quien impuso secreto sobre todo documento por 100 años. Lula prometió terminar con el secretismo, pero el Itamaraty dijo no.
Las publicaciones indican que no se confirmó la promesa del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de revocar todo secreto impuesto durante la gestión de su antecesor Jair Bolsonaro. La Contraloría General de la Unión (CGU) decidió mantener en secreto las notas diplomáticas emitidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores, durante 100 años, por el caso de la detención del exjugador Ronaldinho Gaúcho. El deportista y su hermano Assis fueron detenidos en Paraguay en marzo de 2020, ambos acusados de utilizar pasaportes falsos. Fueron encarcelados durante seis meses.
Durante el gobierno de Jair Bolsonaro, se presentó una solicitud a Itamaraty con base en la Ley de Acceso a la Información (LAI) para que se divulgaran los mensajes intercambiados por diplomáticos brasileños con la cancillería en Brasilia en el momento de la detención. La solicitud fue denegada en ese momento por el ministerio con el argumento de que los documentos contenían información personal. Según la LAI, los datos privados se pueden proteger durante un siglo.
PARA RECORDAR EL CASO DE ESPIONAJE

El espionaje al Gobierno de Paraguay era secreto de Estado en Brasil y debió ser mantenido así. El hecho fue revelado mediante una investigación de la Policía Federal sobre un esquema paralelo de espionaje e inteligencia en la Agencia Brasileña de Información (ABIN), que se instaló clandestinamente durante el gobierno de Jair Bolsonaro, inicialmente para espiar a adversarios del exmandatario. Ahora se desató una crisis entre la inteligencia y el principal organismo de seguridad del país vecino y, para empeorar, ambos organismos están a cargo de personas de la extrema confianza del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El actual director de la ABIN, Luís Fernando Corrêa, fue el director de la Policía Federal durante el segundo mandato de Lula. El actual director de la Policía Federal es Andrei Augusto Passos Rodrigues, quien fue el jefe de la seguridad de Lula en su segundo mandato. Ambos son considerados personas de la extrema confianza de Lula; en su segundo mandato trabajaron juntos, pero ahora están distanciados y en conflicto por la revelación del espionaje al gobierno paraguayo. Lula deberá dar un corte al problema.
La Policía Federal investiga la instalación de un esquema paralelo, clandestino, en la ABIN, que espió a opositores al expresidente brasileño y al gobierno de Paraguay.












