La actividad comercial este sábado 31 fue casi nula en el sector comercial de Ciudad del Este. Ni turistas, ni sacoleiros están viniendo a realizar compras a este lado del Puente de la Amistad. Esta situación se debe a varios factores que van desde la cotización del dólar frente al real, pasando por los rigurosos controles que realizan las autoridades brasileñas, hasta la pérdida del poder adquisitivo de los brasileños.
No hay duda de que el comercio de Ciudad del Este, en un 90%, depende exclusivamente del Brasil.
Cuando los sacoleiros o los turistas brasileños no vienen, la actividad comercial se estanca. No hay ventas. La situación castiga tanto a los comerciales formales, instalados en salones, galerías y shopping centers, al igual que a los vendedores informales, instalados en mesitas, casillas y los ambulantes. Se suman los trabajadores de los servicios de transporte como ser taxi, alternativo y moto taxi.
Vereda de Jebai Center vacía un día sábado.
Este sábado cualquier persona podía tranquilamente ingresar a la zona comercial con su vehículo y hasta encontrar estacionamiento. Cosa que, en un día normal de intensa actividad comercial, es imposible.
Las calles que generalmente registran un intenso ir y venir de personas están casi vacías. Lo que siempre parece ser un inmenso hormiguero; ahora estaba tranquilo.
En algunos centros comerciales los empleados de los negocios aprovecharon para hacer limpieza, mientras otros estuvieron aprovechando el «ocio» para estar en sus celulares. Pero de venta, nada.
Los pocos turistas quienes vinieron casi nada compraban.
Esto está ocurriendo por varios factores. Hay un control muy riguroso de parte de los organismos de seguridad del Brasil sobre los brasileños quienes cruzan el Puente de la Amistad para realizar compras.
El dólar tiene una cotización muy alta en relación al real brasileño y esto hace que los productos importados que son ofertados en el comercio de Ciudad del Este tengan precios muy elevados para ellos.
Se suma un factor más. Los brasileños con el actual gobierno del presidente Lula están perdiendo su poder adquisitivo. El gobierno brasileño igualmente aumentó los impuestos especialmente para los importados con el objetivo de aumentar sus recaudaciones.
