Mostrando que con dinero pueden pisotear la Constitución Nacional referente al derecho al descanso, al vivir en un ambiente saludable, y las normas legales que reglamentan la polución sonora, los dueños de Brooklyn (BKLYN) realizaron un concierto en un barrio residencial. Se trata de Santiago Julián Ortiz Blasser y su esposa, Paloma Mereles, hija de Lucas Lucio Mereles, quien comando uno de los mayores esquemas de lavado de dinero en la frontera y sindicado como el principal operador de Darío Messer.
VEAN EL VIDEO:
En el video se puede ver como fue el concierto que organizado en medio de un barrio residencial. El evento fue preparado en lo que era el estacionamiento de Brooklyn, en medio de dúplex, viviendas particulares, edificios con apartamentos.
Los dueños de BKLYN Paloma Mereles y su esposo Santiago Julián Ortiz Blasser, pisotearon todos los derechos de los ciudadanos para realizar el evento.
Esta es la tercera vez que hacen lo mismo en lo que va del año. Los vecinos reclaman a la Policía Nacional, al Ministerio Público, y por sobre todo a la comuna de Ciudad del Este, a cargo de Miguel Prieto Vallejos, para que intervengan.
Pero la plata habla más alto y los impresentables tienen la impunidad para cometer este tipo de abuso.
Para el colmo cerraron dos calles para que puedan salir en forma seguro los borrachos y drogados de la farra que se organizó allí. Frente al local, en la avenida Campo Vía clausurada por ellos, había un fuerte olor a marihuana que inunda todo el sector.
Hasta cuando el Ministerio Público a cargo del fiscal adjunto Jorge Sosa, la Policía Nacional, cuyo director en la zona es el comisario Blas Vera, van a seguir permitiendo en este avasallamiento de los derechos de los ciudadanos por un casas, Paloma y Santiago Julián, vinculados a un delincuente internacional que daño la imagen no solo de Ciudad del Este, sino de todo el país con su esquema de lavado de dinero.
Hay recordar que Paloma Mereles ya integro la selección nacional de padel. Como esta persona va a representar al país si no respeta la Carta Magna, ni las leyes de la República.