El Brasil quiere poner dos unidades generadoras más de electricidad en la Itaipu y así aumentar la producción en un 10%. Ahora tiene 20 turbinas. Así lo anunció el director general brasileño de la Binacional, Enio Verri. El proyecto es viable, pero dependerá de una negociación con el Paraguay, y se debe hacer el estudio correspondiente. Esto debido a que Paraguay estará consumiendo el 50% que le corresponde de la energía en la usina hasta 2035. Recordó que desde 2027 cambia el escenario en la central hidroeléctrica, cuando cada país define a quién vender su excedente.
La creciente demanda de electricidad en Paraguay está llevando a la dirección de la central hidroeléctrica de Itaipú a estudiar la ampliación de su capacidad de generación en hasta un 10%. La idea que se analiza es instalar dos nuevas turbinas en el complejo binacional, que actualmente opera con 20 unidades generadoras. La información fue confirmada por el director general brasileño de Itaipú Binacional, Enio Verri.
Según Verri, el consumo paraguayo deberá alcanzar pronto la cuota total de energía a la que el país tiene derecho, y ya no venderá su excedente a Brasil, como ha sido el caso desde que la planta comenzó a operar en 1985. «Es inevitable, va a ocurrir», dijo el director, destacando, sin embargo, que la ampliación depende de estudios técnicos, sociales y ambientales y de un nuevo acuerdo entre los dos países.

Enio Verri
Durante un encuentro con periodistas en la usina, Verri explicó que el aumento del consumo en Paraguay está directamente relacionado con la expansión económica del país y la instalación de actividades que consumen mucha energía, como centros de datos, servidores de inteligencia artificial y empresas de minería de criptomonedas.
La propia estructura de la represa de Itaipú permite la construcción de dos turbinas más después de los aliviaderos. Sin embargo, el director considera que la adición de unidades no significa necesariamente un aumento proporcional de la generación, ya que esto dependerá de la tecnología aplicada.
Actualmente, las 20 turbinas de Itaipú generan en conjunto 14.000 megavatios (MW), 700 MW por unidad, lo que equivale a cerca del 9% de toda la energía consumida en Brasil.
A pesar de considerar inevitable la ampliación a largo plazo, Verri afirma que, por el momento, el proyecto no es económicamente viable. La construcción de las nuevas turbinas sólo debería ponerse en marcha cuando exista madurez técnica, política y financiera para el empeño.
«El sector energético no funciona a corto plazo. «Solo estamos discutiendo cuándo estaremos preparados para esta inversión», dijo, señalando que la financiación debería provenir de instituciones como el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo del Brasil) o el Banco Mundial. La propuesta es devolver el préstamo con una pequeña tasa integrada en la tarifa energética.
El director también aclaró que la propuesta de ampliar las turbinas no está vinculada al antiguo proyecto de elevar un metro el nivel del embalse de Itaipú, un plan que, de retomarse, exigiría la reubicación de comunidades ribereñas y enfrentaría una fuerte resistencia social y ambiental.
PARAGUAY ALCANZARÁ EL
50% DE UTILIZACIÓN EN 2035
El director técnico paraguayo de la central, Hugo Zárate, confirma el aumento de la demanda en el país vecino. Proyecciones de la Administración Nacional de Electricidad (Ande) indican que Paraguay consumirá hasta 50% de la producción total de Itaipú hasta 2035. En 2024, la división era de 69% para Brasil y 31% para Paraguay.
«El crecimiento del consumo paraguayo fue de más del 14% solo el año pasado, principalmente debido a la minería de criptomonedas», dijo Zárate. Según él, también hay contratos en curso que incentivan la instalación de más centros de datos y servidores de inteligencia artificial en territorio paraguayo.
NUEVO ESCENARIO A PARTIR DE 2027
Otro cambio significativo entrará en vigor en 2027. A partir de esa fecha, el país que no utilice toda su cuota energética podrá venderla en el mercado libre o incluso a otros países, sin obligación de traspasarla en exclusiva al socio binacional.
«Cada uno podrá hacer lo que quiera con su energía», resume Enio Verri.
A pesar de ello, minimiza el impacto en el suministro a Brasil, citando la creciente oferta de fuentes intermitentes como la solar y la eólica. «En el Nordeste, por ejemplo, tenemos incluso un exceso de energía solar. «Esto diluye los impactos», concluyó.